Recuperada por sus trabajadores tras ocho meses de lucha, la reconocida marca es la primera fábrica textil que se benefició con las modificaciones de la Ley de quiebras sancionada el año pasado en el Congreso Nacional. Las maquinarias que utilizan son las mismas y funcionan en el Centro Demostrativo de Indumentaria en Barracas junto a otras cooperativas. Los productos se pueden adquirir en sus locales de Chacarita y Parque Avellaneda.
Cuando
los trabajadores de la fábrica de camperas Lacar fueron a trabajar aquel lunes
19 de setiembre de 2011 se encontraron con el lugar cerrado y un cartel que les
cambiaría la vida: “Lacar Nostarco se mudó”. Sin ningún dato más que la
incertidumbre de la situación, decidieron ir al día siguiente a la Fundación La
Alameda. Gracias a la recomendación de un ex compañero, hablaron con su
presidente, Gustavo Vera, quien los asesoró desde ese día y hasta hoy. Ese fue
el primer paso.
Luego
se enteraron, entre otras cosas, que la empresa Lacar estaba concursada desde
hacía años, las deudas eran pagadas en cuotas mensuales. Nunca se les informó a
los 250 trabajadores sobre esta situación. El empresario José Tarica supo
vaciar 20 locales de ropa, además de la planta que funcionaba hacía 28 años en
Yerbal al 5200.
Hernán
Brizuela es uno de los trabajadores de Lacar que vivió todo el proceso que los
llevó a ser hoy los dueños de la empresa.
Actualmente
en la cooperativa están inscriptos 47 trabajadores, aunque 31 son los que están
activos: “Hay otros compañeros que no pudieron bancarse el tema de estar
ganando nada o poco para ir llevando adelante esto – explica Hernán – entonces
tuvieron que ir a trabajar a otro lado. Por ahí uno se iba a trabajar dos meses
y volvía, otro que por ahí al principio no estaba y después aparecía, o algunos
que estuvieron al comienzo y después se fueron a trabajar a otro lado porque
todos tienen una familia que mantener, cuentas que pagar. Nosotros fuimos
comprensivos con eso, obviamente, el que se tenía que ir a trabajar a otro lado
se iba, y los que podíamos aguantar, aguantábamos”.
Por
ejemplo, debieron resistir durante diez días en un acampe callejero en Malabia
615 donde la empresa Nostarco SA., concesionaria de la fabricación de las
camperas, ocultaba los bienes materiales e insumos de la fábrica que habían
llevado a la quiebra.
Otra
persona que los ayudó mucho durante estos meses fue Luis Caro, que dirige el
Movimiento de Fábricas Recuperadas, por él conocieron la experiencia de otras
fábricas en la misma situación: “O peor, porque antes de la reforma de la ley
de quiebras otras fábricas tuvieron que pelearla mucho más”, aclara Hernán.
La
reforma a la Ley 24.522 de Concursos y Quiebras se aprobó el año pasado en el
Congreso, ente otros aspectos les otorga a los trabajadores un mayor poder de
decisión y les permite adquirir una empresa inclusive si la cooperativa creada
para tal fin estuviera aún en formación. Esto les facilitó el camino a los
trabajadores de Lacar, ya que producen y venden sus productos a pesar de no
tener totalmente finalizado el trámite en el INAES (Instituto Nacional de
Asociativismo y Economía Social).
La
reforma de la ley establece además que cuando la deuda que una empresa tiene
con los trabajadores, ya sea por aguinaldos, vacaciones, sueldos atrasados e
indemnizaciones, sea igual al capital de la empresa, el juez podrá
adjudicárselas más allá de la voluntad del empleador, evitando de esta manera
el cierre de la fábrica y asegurando los puestos de trabajo.
Hernán
agrega que la reforma también señala que los bienes de la empresa van para los
trabajadores incluyendo la marca, maquinarias, prendas. “Nosotros lo pudimos
recuperar, aunque en realidad, el juez (Federico Guerri) en su momento quería
llevarlo a remate, sin base. Y nosotros hicimos un escrache en el juzgado
comercial número 17. Me acuerdo que tomamos el juzgado para que el juez se
echara atrás con esa decisión y lo conseguimos. Nos cedió provisoriamente los
bienes y estamos trabajando con eso”.
Actualmente
las maquinarias están en el Centro Demostrativo de Indumentaria en Barracas
(conocido como Polo Textil), un predio que pertenece al Instituto Nacional de
Tecnología Industrial (INTI). “Tenemos ya un buen equipo de costureros y
estamos también haciendo camperas para otra cooperativa que es el Movimiento de
Trabajadores Excluidos, y también para vender nosotros en los locales”. Uno se
encuentra en Avenida Directorio 3715, y es un local dado en comodato por La
Alameda. El otro será el que inauguren oficialmente este viernes en Avenida Forest
445. A partir de las 19, habrá un pequeño show en la calle y un desfile de
periodistas que mostrarán las camperas. También se proyectará un video que dará
cuenta de la lucha de estos ocho meses.
Los
trabajadores de Lacar destacan que su producción está hecha en base a trabajo
digno, a diferencia del dueño anterior (que vive hoy en un country del partido
de Tigre) que siempre usó talleres clandestinos, para abaratar costos. De
hecho, la empresa había sido denunciada penalmente por La Alameda en 2005 por trabajo
esclavo. “Algo que nosotros tenemos bien en claro que no vamos a hacer”,
asegura orgulloso Hernán aunque aclara que la lucha continúa: “Todos tenemos la
esperanza de poder llegar a tener un buen sueldo, para eso también es la lucha,
para poder tener un sueldo digno y hecho por nosotros".
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