Por Contrapunto
En la causa “La Escuelita" II, testimonió Pedro Maidana, quien era
muy joven cuando fue secuestrado en la ENET 1 de Cutral Có y sometido a
diversas torturas en Neuquén y en Bahía Blanca. Maidana fue el último en ver
con vida a los desaparecidos José Méndez, Orlando Cancio, Miguel Pincheira y
Javier Seminario.
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Pedro Maidana tenía 19 años cuando fue secuestrado de la Enet 1 de
Cutral Co y llevado a la picana eléctrica en un camión del Ejército que estaba
estacionado frente a la comisaría, en el operativo del 14 de junio de 1976 que
se llevó a una docena de vecinos de la comarca petrolera.
Trasladado a Neuquén, en los meses siguientes padeció la tortura en los
centros clandestinos de Bahía Blanca y en "La Escuelita" de Neuquén
capital, en tanto su periplo de perseguido político (militaba en el PRT
-Partido Revolucionario de los Trabajadores-) lo mantuvo en la U9 de Neuquén,
luego fue trasladado a la U6 de Rawson, después al penal de Caseros y recién
obtuvo salidas "vigiladas" el 28 de agosto de 1981, cuando egresó de
la U9 de La Plata.
Regresó a la comarca petrolera casi seis años después y debía
presentarse cada semana ante un policía federal que lo esperaba en una oficina
de la comisaría de Cutral Co, al que debía rendirle cuentas de qué hacía de su
vida.
Algunos amigos de militancia habían desaparecido, la sociedad estaba
cambiada "por el terror y el miedo" y su familia había sido
atravesada por el dolor, dijo. ¿Tiene sed de venganza?, le preguntó el defensor
Hernán Corigliano, luego de que Maidana exigiera a los imputados "la
honorabilidad de que reconozcan lo que hicieron".
"Sostengo que lo que ha pasado tiene que tener una respuesta y una
dirección justa; ocultar, es esa resistencia a conocer la verdad, ellos tenían
una ideología política y como no podían contener esa enorme cantidad de jóvenes
militantes, utilizaron mecanismos perversos y maquiavélicos para desarrollar un
plan criminal; que se hagan cargo", respondió.
Describió que el 14 de junio de 1976 cuando fue sacado de la escuela por
el capitán Robert Maier (imputado en este juicio, fallecido), lo llevaron a la
comisaría de Cutral Co, donde civiles que antes había visto camuflados con
gorros y bufandas, lo metieron en la oficina del comisario, le vendaron los
ojos y comenzaron a golpearlo brutalmente para que diga "dónde están las
armas".
Como no hablaba, "me sacaron y me llevaron vendado en un auto, y
como me resistía a colaborar con fuerzas paramilitares, me escapé así como
estaba, para que la gente supiera que me llevaban secuestrado. Me trajeron a
los culatazos, me apretaron más las vendas y me subieron a un camión que estaba
estacionado frente a la comisaría para seguir pegándome: allí me aplicaron
picana bajo la venda de los ojos, en las sienes, en la boca y en otras partes
del cuerpo. Uno me picaneaba y otro me preguntaba por las armas hasta que se
cansaron", describió.
Maidana fue el último en
ver con vida a los desaparecidos José Méndez, Orlando Cancio, Miguel Pincheira
y Javier Seminario, cuando los retiraron de la cárcel de Rawson el 4 de
noviembre de 1976 "a la hora de la siesta".
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