(Por Oral y Público) Hace pocos días, un represor chileno, antes de morir,
confesó el lugar exacto donde fueron arrojados al mar víctimas de la dictadura
de ese país. Allí se encontraron restos de rieles, utilizados para evitar que
los cuerpos salieran a flote y permanecieran, de ese modo, desaparecidos. Estos trozos de metal
se hallaron cerca de la costa de Caldera en el norte de Chile, a 870 kilómetros
de la capital. Actualmente, los rieles son analizados por el Laboratorio de
Criminalística de la Policía de Investigaciones para determinar si tienen
adheridos otros elementos y para poder obtener más datos sobre los vuelos de la
muerte durante el Terrorismo de Estado en Chile. A partir de esta información, dialogamos con Gloria Elgueta, integrante del Colectivo
Londres 38, que nos
ayudó además a entender las particularidades de la dictadura allí.