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Gabriela Mansilla,
conmovedora |
(Por La Retaguardia) Algún despistado que sepa que el día de la Gratitud Militante nació como una manera de Alfredo Grande de festejar su cumpleaños en público el 7 de junio, podría decir que ya dejó de ser eso. Pero, en realidad, nunca fue solo eso. La segunda edición de este evento donde un micrófono pasa de mano en mano con Grande como eje pero sin quitarle protagonismo a quienes van a decir lo suyo, ha sido otra jornada de lujo: trabajadoras del B.A.U.E.N., Pablo Pimentel, José Schulman, quienes hacen la Agencia de Noticias Pelota de Trapo y Jorge Garaventa, fueron solo algunos de quienes dejaron su aporte. Pero seguramente la voz que más consiguió conmover fue la de
Gabriela Mansilla, la mamá de Lulú, la nena trans cuya historia conocimos el año pasado. Aquí queda su intervención, que seguramente conmoverá también en la lectura. La cooperativa de salud mental ATICO, en el barrio de Colegiales, fue el mejor lugar para escucharla. Allí, ella es local.