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Horacio Micucci sobre la nueva Ley de Hidrocarburos: “es más entreguista que la ley de Onganía”

Escrito por el noviembre 1, 2014


Horacio Micucci opinó acerca de la
Ley de Hidrocarburos

 (Por La Retaguardia) Entrevistamos al integrante del Instituto de Estudios Nacionales, quien trabajó con Adolfo Silenzi de Stagni, continuador de la línea del fundador de YPF General Mosconi, sobre el contenido y los alcances de la iniciativa aprobada esta semana por el Congreso de la Nación. “Todo ese petróleo entregado es entrega de soberanía”, fue una de sus reflexiones en el diálogo con La Retaguardia.

La primera pregunta que le hicimos a Horacio Micucci fue si esta Ley de Hidrocarburos implicaba liberación o dependencia: “Implica profundizar la dependencia que tenemos”, respondió sin dudar ni un instante.
“Nosotros tenemos en vigencia la ley 17.319 que es de la época de la dictadura de Onganía –continuó–, a la que le han agregado resoluciones y leyes, modificaciones parciales que la han profundizado en su carácter de ley de dependencia y entrega de petróleo. Ahora viene esta supuesta modificación a la ley, pero en lugar de cambiar su orientación, que es puramente entreguista, la profundiza, la empeora. Es decir, es más entreguista que la ley de Onganía”.
Micucci explicó que aquella norma establecía una superficie de áreas petroleras que se podían dar a empresas privadas, además de fijar un tope de cinco concesiones por compañía. Sin embargo, con el transcurrir de los años, y a través de distintos medios, se llegó a que las empresas pueden tener hasta 30 o 40 concesiones: “muchos de los defensores de las empresas privadas pidieron siempre que se diera seguridad jurídica al capital privado, y pedían que se mejorara esa situación con una nueva ley, incluso opositores a los K. Esta nueva ley hace eso, saca el límite de concesiones. Se puede conceder todo lo que se quiera conceder y por tiempos enormes; estamos hablando de 35 años más 10 de prórroga o de 30 años más 10. O sea, 40, 45 años de concesión”, expresó el integrante de Instituto de Estudios Nacionales.

Las figuras de Silenzi de Stagni y Mosconi

Micucci trabajó con Adolfo Silenzi de Stagni a quien describió como un estudioso del petróleo y continuador de la línea del General Mosconi en cuanto a la importancia del petróleo manejado por el Estado argentino: “él decía que si se concedían áreas petroleras por largo tiempo era como si uno pudiera regalar un auto o darlo hasta que no sirva más, es decir si vos das un área petrolera, ya investigada, con petróleo asegurado, por una concesión de 40-50 años, lo das prácticamente hasta su agotamiento, por lo tanto lo estas regalando. Podrás decir que no te importa mientras te entren dólares, pero toda esa ganancia que se llevan las empresas, que son miles de millones de dólares y que por eso se hacen guerras, las potencias invaden territorios, ocupan, y tenemos lo que pasa en Medio Oriente, todo ese petróleo entregado es entrega de soberanía, porque ¿quién me controla la energía de todo mi desarrollo industrial? Empresas extranjeras, a las que se les está regalando todo nuestro petróleo. Esas son las que controlan mi desarrollo industrial, inclusive mi defensa personal”.
En este punto, Micucci recordó una anécdota relatada por Mosconi cuando pensó y creó YPF: “él era director de Aeronáutica Militar y un día quiso hacer un raid de entrenamiento aéreo y fue al gerente de la empresa Wico, que era una filial de la Standard Oil que tiene que ver con la Chevron actual, y le pidió el combustible para sus aviones, y el gerente de la Wico se lo negó, diciéndole que el Estado no había pagado. En ese momento Mosconi dice, frente al escritorio de ese gerente: ‘me juramenté atacar a los trust, a destruir a los trust por todos los medios legales’, y a partir de ahí crea YPF, porque no puede haber independencia nacional si yo no controlo mi energía, que incluso tiene que ver con la defensa nacional. Si yo tengo un país popular y democrático y lo quiero defender de una agresión extranjera por lo menos tengo que controlar mi energía, hasta desde el punto de vista de la defensa nacional es importante. Y después el precio de ese petróleo, de ese combustible, incide en todos los precios que compro todos los días. Allí está una parte del dinero que dicen que falta en salud y educación. Es lo que se están llevando esas empresas”.
Micucci además explicó que el mayor gasto para poner en producción el petróleo se produce durante la exploración. El 85% de esa exploración es lo que YPF, es decir el Estado, ya había investigado y fue regalado cuando se hicieron las privatizaciones no solo durante la gestión de Carlos Menem sino también en gobiernos anteriores: “esa exploración es el mayor gasto, lo hizo el Estado, pero cuando de la exploración se pasó a la explotación y a la distribución y es la hora de ganar, se entrega el área. Sino fijémonos lo que pasa, ¿cómo es que un empresario del juego como Cristóbal López es hoy dueño de esas estaciones Oil y de toda la cadena petrolera desde los pozos petroleros hasta la distribución de nafta? ¿De dónde salió esa riqueza? Es riqueza robada al país”, aseveró.

El petróleo, la minería y las vaquitas ajenas

Micucci explicó que la Ley de Hidrocarburos tiene la misma orientación que el Código Minero aprobado en los años ’90: “están poniendo regalías del 12%; en Colombia que es un país pro-yanqui, o con un gobierno por lo menos afín, debe cobrar dos o tres veces más de regalías. Cómo será la ganancia de una empresa petrolera privada que cuando Evo Morales (en Bolivia) le saca la mitad de la empresa, y después le aumenta la regalía al resto, no se fue ninguna. El fifty-fifty es una cosa que se aplicaba en el Medio Oriente, en el otro siglo, con los jeques más primitivos, después las empresas petroleras de los países del Medio Oriente pasaron a exigir mayor cantidad de incidencia sobre su petróleo. Nosotros estamos copiando lo más entreguista de la historia, profundizando una ley de una dictadura, un supuesto gobierno progresista, nacional y popular profundiza una ley de entrega. En realidad legaliza el acuerdo con Chevrón del año pasado, que es tan impresentable que es secreto hasta el día de hoy, aun para la misma provincia en que se aplica. Y después tiene que ver con la entrega completa de todo lo que ellos llaman el shale, petróleo y gas. El petróleo y el gas no convencional que lo introduce la ley, lo legaliza y le da beneficios, sin hacer ninguna discusión ambiental”.
Además, Micucci manifestó: “esa línea de conceder siempre y retroceder y retroceder al final te caes por el precipicio porque es lo mismo con la minería, te dicen ‘es que sino se van las meganineras’. Las megamineras pagan el 3%, incluso llegaron a pagar menos impuestos acá que lo que pagaban del lado chileno durante el gobierno de Sebastián Piñera. Se llevan barros, y dentro del barro hay oro, plata y minerales estratégicos, pero en todo caso veamos que se cobren regalías. Yo no estoy de acuerdo con la explotación megaminera por el desastre ambiental y porque es otra forma de dependencia, pero ni siquiera pueden argumentar que van a cobrar más. La megaminera declara lo que se lleva, se lleva barro y paga una miseria, destruyen el ambiente y se van, es lo mismo que va a pasar con una concesión a 40 años. Destruyeron el ambiente, se llevaron el petróleo y te dejan las ruinas”.
Retomando la cuestión ambiental, dejada de lado en este proyecto, Micucci mencionó algo que ocurrió pocas horas antes de la aprobación de la ley el miércoles 29 de octubre: “(en la norma) hay toda clase de exenciones impositivas para todas las empresas petroleras, se supone que de esta manera van a entrar los dólares que este país necesita, en la parte ambiental la nueva ley disuelve toda exigencia ambiental, pero en el día de ayer (martes 28) las empresas de la zona de Vaca Muerta dicen que han descubierto que el petróleo es de mejor calidad de lo que creían, por lo tanto piden la postergación de toda exigencia ambiental, como diciendo ‘no sea cosa que seamos más precavidos que lo que hace falta’. Encima piden menos control ambiental, por eso lo que está pasando no es liberación… es dependencia”.

Releer a Mosconi

Es lo que propuso Horacio Micucci durante la entrevista con La Retaguardia: “él decía que ‘la experiencia de las luchas incesantes que la organización fiscal ha debido soportar con las compañías privadas durante todo el tiempo que la hemos dirigido -hablando de YPF- nos condujo a la conclusión de que tales organizaciones, la fiscal y la privada, no pueden coexistir’. Y Mosconi decía que al principio producen mucho, pero resulta que todo el oro que produce esa explotación privada se va del país y lo descapitaliza, esto es la dependencia. Un ejemplo saliendo del petróleo, en el año 2011 Argentina exportó medicamentos por 900 millones de dólares, cifras del Ministerio de Economía, e importó insumos para hacer esos medicamentos por 1800. Esa producción de medicamentos exportada produjo una pérdida de 900 millones de dólares de déficit en el año. Esto es lo mismo en el ejemplo que se busque, en los autos, en los armaderos del sur. Esto es un país dependiente, por lo tanto te sacan un tornillo y vos tenés que ceder en tus posiciones y entregar. Lo que están haciendo (con esta ley) es legalizar la entrega para que entren dólares”.
Para que quede aún más clara su posición, Micucci explicó qué es la dependencia: “es como si Argentina fuera un embudo, tiene una salida chiquita que gotea para nosotros que somos el pueblo, arriba entra mucho, a veces por el trigo, otras épocas por la carne, otras por la soja, y ahora quieren que entre por el sector del gas y el petróleo. Y hay un montón de agujeros en ese embudo que se van para enriquecer a gente como Lázaro Báez, Cristóbal López, hacer contratos leoninos como el de Chevron, para favorecer como hacen en esa ley a las empresas petroleras con todo tipo de exenciones y así después cuando faltan los dólares se cobra impuesto al trabajo y no se cobra impuesto al juego, a las megamineras, esto es la dependencia que sufrimos cuando pagamos el pan y la leche”.
Para el integrante del Instituto de Estadios Nacionales es evidente que la Ley de Hidrocarburos profundiza a Onganía: “cuando Onganía hizo su primera presentación en la Sociedad Rural, lo hizo en una carroza con lacayos, ese tipo de personas es la que está siendo profundizada. Si se aplicara hoy la ley de Onganía, y se limitara el número de concesiones, todas las empresas tendrían que entregar una enorme cantidad de áreas petroleras, muchas de las cuales fueron exploradas por YPF estatal”.

Horacio Micucci y las consecuencias de la implementación de la nueva Ley de Hidrocarburos. La pregunta sobre si implica liberación o dependencia, parece respondida.

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