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Gran victoria de los choferes de la línea 60

Escrito por el agosto 5, 2015


El acta que reconoce derechos
gremiales y 50 reincorporaciones.

(Por La Retaguardia) Tras más de 40 días de un conflicto que incluyó medidas de fuerza, represión y lock out patronal, los trabajadores consiguieron la reincorporación de 50 de los 53 despedidos. Además acordaron el pago de haberes que estaba suspendido desde el inicio del conflicto y el reconocimiento como delegados, que hasta aquí no tenían. Esta medianoche volverá el servicio. Anoche, en medio de la asamblea que definió aceptar la propuesta, uno de los delegados, José Alderete, charló con Luis Angió en el programa Otras Voces Otras Propuestas, que se emite por Radio La Retaguardia.

“Ya vinieron los compañeros del Ministerio de Trabajo, donde estuvieron reunidos más de cinco horas. Ahora estamos en un proceso de asamblea, en el cual vamos a votar si aceptamos la propuesta que nos trajeron. En caso de aceptar la propuesta, se normalizaría el servicio en las próximas horas, y mañana tendríamos que firmar en el Ministerio el acuerdo”, explicó Alderete. En el aire se notaba que el acuerdo había sido lo suficientemente bueno como para volver a trabajar.
Mientras sus compañeros comenzaban la asamblea, el delegado fue cauto cuando se le pidieron detalles de la propuesta: “todavía lo tenemos que analizar con los compañeros, es muy temprano para que te comente cuáles son las propuestas. Lo estamos volcando en la asamblea y en la próxima media hora se estará votando al respecto. Sinceramente, no te puedo adelantar nada porque todavía no aceptamos nada”. Al rato, los trabajadores votaron aceptar la propuesta que hoy firmaron en el Ministerio de Trabajo. “lo que sí te puedo adelantar es que si llegamos a votar afirmativamente, todos los despedidos están adentro. Hay que ver si los compañeros aceptan los demás puntos que ha propuesto el Ministerio. Técnicamente, estarían adentro, menos los que están judicializados. Y en el marco de la conciliación voluntaria, estaríamos en condiciones de seguir pujando para que esos compañeros que están en situación judicial, por la reincorporación, seguir tratando el tema de ellos”.

—OVOP: ¿Cuántos son los compañeros que están judicializados y por qué?

—JA: En este momento quedan 2 compañeros. Uno porque estuvo en tareas livianas por un accidente. Había quedado inhabilitado, fue mal defendido por los abogados en su momento. Cuando vino este empresario, ¿qué hizo? `Vos tenés este registro, tenés que ir a renovar’, pero él, lógicamente, no podía manejar porque estaba inhabilitado por la CNRT. Entonces, decidió desvincularlo de la empresa. Se dio la pelea en su momento y, obviamente, la empresa hizo caso omiso. Lo tuvimos que judicializar. Hicimos varias medidas gremiales, en las cuales no tuvimos éxito no solo por el compañero despedido, sino por otras cuestiones más que ya venía acarreando este empresario desde que desembarcó. El otro compañero fue cuestionado por la CNRT, diciendo que tenía una conducta adictiva, por su posible consumo de sustancias. Hay un estudio que se le hace cuando uno va a renovar el registro a la CNRT en el que, por medio de un análisis de sangre, se ve si hay la enzima gamma-GT, que tiene que ver con el hígado, sale alta. Hay tres posibilidades. Una de las posibilidades para que salga alta es por consumo de alcohol, otra por consumo de drogas y la tercera es por hepatitis. El compañero tenía hepatitis, y ellos lo primero que hicieron fue comunicárselo a la empresa por posible consumo de drogas. La empresa lo primero que hizo fue despedirlo, cuando la CNRT tenía la obligación de informarle primero al compañero y después al empresario.

—OVOP: Si está enfermo no lo pueden despedir…

—JA: Obviamente. Tenía derecho a hacer un tratamiento, que ya lo estaba haciendo, pero nunca lo tomaron en cuenta. En cada declaración jurada que nosotros tenemos que hacer al renovar el registro decimos las dolencias que tenemos y si hemos tenido ART o si hemos tenido alguna enfermedad complicada. Él lo ha declarado en todas las oportunidades en las que ha renovado el registro. No tomaron en cuenta eso y directamente le informaron primero a la empresa, en vez de avisarle primero a mi compañero, para que él dé las explicaciones del caso y presente los certificados correspondientes. Ahí no lo iban a tener que tomar en cuenta como una cuestión de adicción. Lo despidieron arbitrariamente.

—OVOP: Los medios tradicionales de comunicación distorsionaron en estos días todo, porque para ellos el origen era el despido y demás. Siempre quedó afuera, cuando ustedes lo querían explicar, que, en realidad, el origen del conflicto fue que ustedes estaban reclamando por condiciones de trabajo y por salario, y que la patronal tuvo la excusa de despedir a un compañero para desviar el eje de la atención del conflicto.

—JA: Se desencadenó el conflicto por el último despido, pero esto no quiere decir que hicimos la medida por el despido. Nosotros ya habíamos analizado en asamblea iniciar la medida por todos los problemas que veníamos acarreando desde que este monopolio desembarcó en Monsa. Hemos tenido suspensiones arbitrarias, mala liquidación de sueldos con el tema de las variables en los momentos que se aumentaba el sueldo, mala liquidación de aguinaldo, de vacaciones; no reconocidos los días de médicos, los días de ART. Hemos tenido cualquier cantidad de reclamos con este empresario, que cada vez venía avasallando con todos los derechos conquistados por los trabajadores. Mejor dicho, no conquistados, están en el Convenio Colectivo de Trabajo, porque nosotros siempre respetamos el Convenio, nada superador. Si me decís que hubiéramos peleado por algo superador, te digo: `Sí, no nos dieron bolilla porque estábamos peleando por algo más’. Pero no. Venimos reclamando todo eso y denunciando no solamente las malas liquidaciones, las suspensiones arbitrarias, sino también el mal servicio de la empresa, que cobran un subsidio por cada unidad, por cada kilómetro recorrido, por cada boleto que venden. Denunciamos en la CNRT. La CNRT interviene, controla el servicio mínimo, que, obviamente, estaba capacitado para brindar, y no lo hacía, y lo multaba. ¿De qué manera los multaba? No es que le hacía pagar una cantidad equis de dinero. Se los multaba con una cantidad de plata, pero se descontaba del subsidio que se le daba. Porque el subsidio se tiene que volcar en infraestructura, ya sea en unidades o en la mayor cantidad de frecuencia para el mejor servicio hacia el usuario. Ese es uno de los puntos por los cuales estamos en una lucha constante con el empresario, porque no está acostumbrado a que nosotros denunciemos, que para nosotros es una condición de trabajo. Porque al tener menos servicios del que realmente tendría que tener, no solo es un perjuicio para el trabajo, sino también para el trabajador. Donde vos tenés que llegar, por ejemplo, cien pasajeros por día, llevás doscientos —lo cual es normal—, sobrepasa la cantidad del vehículo; la tensión del chofer; el estar discutiendo porque un colectivo no viene a tal hora o porque viene a tal otra; la frecuencia es de cinco minutos y después se termina tornando en veinte, treinta, hasta una hora ese servicio. Sobre esas condiciones siempre estuvimos peleando con el empresario y denunciándolo.

—OVOP: Y más, la cantidad de ramales que tiene esa línea. Tiene que cubrir todo como corresponde. Muchos ramales y todos tienen que estar en condiciones.

—JA: Seguramente. Y el empresario este está en condiciones de brindar el servicio que nosotros estamos denunciando, no es que no tiene las unidades para brindarlo. Lo que pasa es que la unidad, cuanto menos esté en la calle, más plata agarra de subsidio. Eso es lo que no se quiere salga a la luz porque hay un tongo entre la parte que da el subsidio y la parte que lo recibe.

—OVOP: Si es que se resuelve el conflicto y se restablece el servicio, va a ser una demostración de que los trabajadores solo estaban peleando por sus derechos, y desmentir que rompieron o que rompen o que no querían sacar los colectivos a la calle. Van a salir como cualquier otro día.

—JA: Totalmente. Las unidades siempre estuvieron en óptimas condiciones y prestas para salir. En eso no hay ningún tipo de problemas.

El largo conflicto parece haber llegado a su fin. Los choferes consiguieron un gran acuerdo. No solo por las reincorporación y por el pago de haberes, sino también por las condiciones en las que dieron su pelea: con todos los medios tradicionales apuntándolos, con las fuerzas de seguridad reprimiéndolos y con el gremio (la UTA), haciendo un silencio que evidenció de qué lado estuvieron. En esas condiciones adversas, podría decirse que los choferes ganaron una final, de visitantes, pero con dos elementos irremplazables que volcaron la balanza: la convicción de jugar con la verdad y la justicia del reclamo.

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