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Matías Santana, el joven que vio cómo Gendarmería se llevó a Santiago Maldonado

Escrito por el septiembre 9, 2017


Es mapuche, integra la comunidad que recuperó las tierras en Cushamen y aseguró no tener ninguna duda de haber visto cómo 3 gendarmes cargaban a Maldonado para subirlo a una camioneta blanca de esa fuerza. Durante este mes el gobierno y los medios tradicionales pedían que los mapuches declararan formalmente ante la justicia; ahora que lo hicieron, intentan desacreditarlos. Santana cree ser el único que observó primero cómo lo golpeaban y un rato después cómo lo trasladaban de un vehículo a otro. Fue en diálogo con el programa Oral y Público por Radio La Retaguardia. Santana relató con claridad todos los hechos ocurridos el 31 de julio y el 1 de agosto y la situación que viven los integrantes de la Lof. Durante la entrevista, también dialogó con Víctor Basterra, principal testigo en la megacausa ESMA con el que intercambió experiencias. (Por La Retaguardia)

Lo primero, como siempre hacen los mapuches, fue la presentación en su lengua y luego la traducción: “Saludo a toda mi gente mapuche. Buenas noches para ustedes y para la audiencia. Mi nombre es Matías Santana. Pertenezco a la Pu Lof en resistencia del departamento de Cushamen y mi Lonko es Facundo Jones Huala que hoy se encuentra detenido en la Unidad 14 de Esquel”. Luego sí, la disposición para relatar con detalles, para detenerse en cada instante, para ubicarse una y otra vez en el lugar. Con firmeza, sin ninguna duda.

Hecho tras hecho

Antes de explicar lo que vio y vivió, Santana hizo una aclaración: “Los grandes medios de comunicación hegemónicos están distorsionando toda la información. Es algo a lo que nos tienen bastante acostumbrados a los que llevamos la lucha adelante por el levantamiento de nuestro pueblo como mapuches. Obviamente, la gente que no conoce el campo, que nunca se subió a un caballo, se le hace un poco difícil comprender la situación en la cual nosotros nos encontramos. Acá hay una campaña muy grande de parte de los medios de comunicación que responden al sistema capitalista”, aseguró.
Tras la aclaración, comenzó con el relato desde el día anterior a la desaparición de Maldonado: “El día 31, tras cumplir los 30 días de detenido Facundo Jones Huala, decidimos iniciar un corte de ruta parcial informativo. Desmiento que era un corte total. Allí se acercó el compañero Santiago, que lo trajo una lamien (compañera, mujer)  que declaró también ante la Justicia. Él se acopló a la medida que estábamos llevando en ese momento y se hizo parte del reclamo. Lo había visto una o dos veces antes pero no habíamos conversado mucho. El corte se extendió todo el día 31″. En este punto, Santana desmintió a los medios tradicionales: “Hay un video dando vueltas, que es el que remarcan a Santiago con un círculo rojo. Nosotros lo reconocemos, sabemos que es él. Es de lo que se están agarrando para no validar mi declaración, ya que al otro día, cuando detienen y desaparecen al compañero Santiago, él portaba una campera celeste que yo le había pasado esa misma mañana. Durante el 1, después de una conversación con algunas lamien que fueron detenidas en la subcomisaría de Leleque, decidimos continuar el corte de ruta, ya no por Facundo Jones Huala sino también por las 9 personas que habían sido detenidas en Bariloche después de una represión de policía del Servicio Aeroportuario, Gendarmería y la Policía de Río Negro”, detalló.

Balas contra piedras

“Cuando ingresamos a la ruta inmediatamente empieza a descender del cruce entre la ruta 40 y la 70, ingresaron algunos por el campo. En un punto dado, sin intercambiar palabra, iniciaron una fuerte represión hacia los peñi (compañeros, varones) que estaban en la ruta y entre ellos estaba Santiago. Los efectivos ocuparon todo lo que era la ruta y parte de nuestro campo del lado de adentro, de nuestro lado también. Con escopetas, con 9 mm. Los chicos resistieron todo lo que pudieron adentro de la ruta hasta que bajó una camioneta de Gendarmería que se les tiró encima y ahí fue donde se inició el repliegue hacia adentro del campo”, continuó. En este punto, Santana relata un segundo momento del operativo: “Una vez adentro, no bastó haberlos sacado de la ruta y Gendarmería siguió disparando con intención de ingresar al territorio. Seguimos haciendo ejercicios de autodefensa con la honda de revoleo y piedras, es lo único que usamos para defendernos desde que estamos en la Lof hace dos años. Lo aclaro porque hay una campaña en nuestra contra que viene de antes del 1 de agosto”, señaló.

Los golpes y la detención

“Hay que remarcarlo, la culpabilidad es tanto de la Gendarmería como del que dio la orden y los medios cumplieron una buena función en esa represión. Cuando la Fuerza ingresó al territorio, nos obligó a replegarnos hacia el río. Hay un corral donde yo tenía un caballo atado y, cuando me acerqué, en medio de toda la balacera escuché la voz: ‘Alto, quedate quieto, estás detenido’. Me apresuré, me subí al caballo y subí por un camino. Ahí logré ver a tres efectivos de Gendarmería que estaban golpeando a un bulto celeste con negro y no me cabe ninguna duda de que era el compañero con mi campera”, aseguró. “Mientras veía esa situación, que fue muy rápida, la Gendarmería me seguía disparando. Cuando ya se me estaban viniendo encima, retomé el río y lo crucé. Vi a los tres gendarmes que subían al compañero golpeándolo”, dijo Santana.

El río, los binoculares y ninguna duda

“Crucé para el otro lado y me encontré a algunos de los peñi que habían podido cruzar y preguntaron si había algún detenido. Les dije que sí, que había visto uno y seguí viaje para un cerro un poco más alto. En caballo eso lo hacés en dos minutos. Subí al cerro, yo tenía unos binoculares de bolsillo. Más allá de que seamos pobres tenemos un acceso a unos binoculares chicos. Hace un tiempo que con los binoculares y subiendo a los cerros hacemos el control territorial”, volvió a aclarar ante las dudas sembradas por los medios tradicionales. Matías sabe que están tratando de desacreditarlo como testigo y parece estar preparado para eso. Es contundente en el relato; aunque avance y retroceda en los tiempos del relato, no duda nunca. “Ahí vi el Unimog salir muy rápido de adentro de la comunidad y estacionarse en la ruta 40. Ahí apareció otra camioneta blanca a mucha velocidad y ahí es donde bajaron entre 8 y 10 gendarmes y 4 de ellos abrieron las compuertas y descendieron el mismo bulto al que yo vi que le estaban pegando. Lo cargaron en la camioneta blanca que salió en dirección hacia Esquel y eso fue lo último que pude ver”, explicó. Reafirmando su posición, ratificó: “No me cabe ninguna duda de que era el compañero. Estaba con mi campera, por un motivo de seguridad que tenemos. Cuando hacemos un corte de ruta nos cambiamos la ropa”.
“Ahí le dije a la gente que estaba encargada de la comunicación que había un detenido para poder avisar hacia afuera. Aclaro para desmentir otra vez lo mismo, que tardamos dos horas en darnos cuenta de que había un detenido. Nosotros avisamos inmediatamente. Yo bajé el cerro y me encontré con la mayoríia de los chicos. Faltaban una mujer y el compañero. Ahí, luego de unos quince minutos apareció la lamien”, agregó. Lo que no sabían en ese momento era que Santiago Maldonado no era un detenido, sino un secuestrado luego desaparecido.

Declarar o no declarar

“Después de la represión del 1 quedamos en un estado de militarización del territorio. Quedó un colectivo de gendarmes con varias camionetas estacionadas entre la ruta 40 y la 70. Ponían un control todo el tiempo para la gente que entraba y salía del lugar. Y ya que el juez y la fiscal no querían venir al territorio, la Procuvin nos propuso declarar bajo la figura de testigo protegido y sin aportar datos, encapuchados. Accedimos, ellos nos confirmaron que eso iba a ser válido. Cuando se cumplió el mes de la desaparición de Santiago nos informaron que esos testimonios no son creíbles, así que desde ahí por toda la movilización social que se generó, la preocupación de sus compañeros, de la comunidad y que no progresaba la investigación, decidimos ir a Esquel y declarar”, consideró Santana. “La Gendarmería se había retirado del lugar, estábamos en una situación un poco más tranquila y menos tensa. En total declaramos 4 personas. Soy el único hasta el momento que vio cómo se llevaron a Santiago”, explicó. Luego, señaló lo que sostuvieron los demás testigos: “Las lamien que declararon fueron las que quedaron el 1 detenidas en la subcomisaría de Leleque antes de la represión y pudieron ver al señor Noceti que actuaba de forma soberbia. Cuando le preguntaron por qué las demoraron, que llevaban dos horas detenidas, dijo: ‘¿Llevan dos? Se pueden quedar seis” y así fue. Se quedaron hasta las seis y media de la tarde, les abrieron una causa identificándolas como NN. Esto fue minutos después de que terminó la represión”, contó corroborando que el funcionario no vio luz y subió, sino que olió represión y se puso al frente.

El testigo del pueblo

“La decisión de declarar fue colectiva, de todo el conjunto de la comunidad. Estoy afrontando la situación haciendo conocer mi testimonio lo que más se pueda. El tema del cuidado lo dejo para la gente que se movilizó, que fue la que me hizo remover muchas cosas dentro mío, tristeza, angustia de no saber dónde está el compañero y ver tanta gente que estaba también movilizada y sensibilizada”, destacó Santana. “Por ellos y por terminar de una vez por todas con el cerco mediático y las hipótesis falsas del cerco mediático. Obviamente la exposición siempre la tuvimos, la persecución siempre está, pero, como dicen, que el miedo no nos paralice. Yo no me paralizo y voy a seguir luchando apostando a la confianza que le doy al pueblo consciente oprimido que sale a manifestarse”, llamó. “El poder del pueblo es la garantía que uno tiene como testigo en este caso. No quiero custodia de ninguna fuerza de seguridad del Estado”, advirtió.

Del testigo vitalicio al testigo nuevo

-Fernando Tebele: Parte de este equipo es Víctor Basterra, sobreviviente de la ESMA. El testigo esencial de la megacausa de la ESMA, el centro clandestino más grande que tuvo la Argentina durante la dictadura. Lo saludamos para que aquel viejo testigo pueda charlar con vos, que estás dando un testimonio tan fundamental. Víctor, ¿andás por ahí?

-Víctor Basterra: Sí compañeros, estoy acá, atento a la declaración de Matías y sorprendido gratamente por ese compromiso que él tiene por su pelea. No es su pelea, es la pelea de muchísimos entre los que nos contamos nosotros. La pelea por la reivindicación de los pueblos originarios. Yo lo saludo, lo aprecio. Adelante, estamos con ustedes.

-Matías Santana: Muchas gracias, compañero. Un gusto haberlo escuchado. Ojalá que algún día podamos tener algún tipo de conversación. El compromiso es el que tenemos como jóvenes revolucionarios en el marco del levantamiento y la reconstrucción del pueblo mapuche como camino a la liberación nacional.

-FT: Hay mucha gente que intenta descalificarlo. Hay un flyer circulando que es indignante. Todo el relato que Matías acaba de hacer está entre signos de pregunta y se pregunta cómo puede una persona haber escapado de las balas, haber visto con los binoculares. Es algo que a ustedes también les pasó cuando empezamos a saber lo que había pasado en la dictadura ¿Qué le podemos transferir de eso a Matías?

-VB: Se han establecido las sospechas y los resquemores de algunos tibios, pero en general el sistema te va a tirar con todo. Con toda la mierda que tiene. Que siempre tiene a mano, como los grandes medios de comunicación que están trabajando totalmente en detrimento de esta historia auténtica y que es ancestral: la pelea de los pueblos originarios por haber sido despojados de sus territorios y sus bienes. Como él dijo, que el miedo no paralice. Que no sea una trinchera en la que uno pueda guarecerse, hay que darle para adelante. En algún momento, cuando ustedes lo dispongan, podemos viajar a donde digan y ahí charlamos experiencias para ver cómo trabajar mejor de conjunto.

-MS: Muchas gracias por la disposición que tiene, los consejos que me está brindando son muy valiosos y, usted y yo lo dijimos, el miedo no nos va a paralizar. Aunque nos quieran seguir amedrentando o que nos paralicemos, la lucha la tenemos que continuar porque, cuando llega el convencimiento, como llegó el convencimiento de los setenta, uno va a dejar hasta la vida por eso.

Saludo mapuche

“Hago un llamado al pueblo consciente, a las masas oprimidas a levantarnos, a seguir rebelándonos contra este sistema capitalista opresor y a luchar. Nosotros validamos todas las formas de lucha como pueblo-nación mapuche que hoy estamos reivindicando nuestras tierras en un proceso de revolución como camino a la liberación nacional, con la vista siempre a la expulsión del sistema capitalista y los grandes latifundios que usurparon nuestros territorios. A seguir manifestándonos en las calles, golpeando puertas, tirando la soga, que en cualquier momento la soga se va a cortar y vamos a tener el triunfo de que nos devuelvan a nuestro compañero y devuelvan a nuestro lonko. Eso es la movilización de la sociedad y toda la masa oprimida popular que tenga ese compromiso con la lucha. A seguir estando en las calles nomás, compañeros, a levantarnos y a luchar”, se despidió el joven.
Para quienes intentan desacreditarlo, es el súpermapuche que ve, corre, escapa a las balas, sube a un caballo y tras cruzar el río se sube a una loma y ve lo que había que ver con unos binoculares. Hasta circulan flyers que intentan ridiculizarlo.
Para muchos de nosotros y nosotras es un pibe común, de 20 años, que se reencontró con su historia ancestral, que quiere un mundo mejor, y que tiene la valentía de dar testimonio. Un testimonio que rompe con todas las teorías que el gobierno enarboló para intentar dejar de lado la responsabilidad de la Gendarmería, su propia responsabilidad.
Querían que declarara con nombre y apellido. Matías Santana. Mapuche. Aquí lo tienen.

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