Este martes comenzó el juicio oral por la muerte del
joven porteño del barrio de la
Boca a manos de la entonces policía metropolitana, ocurrida
en diciembre del 2014. El inicio de las audiencias fue tres veces postergado
por las trabas del Poder Judicial. El próximo jueves será la segunda audiencia.
(Por Por colectivo de medios de comunicación populares*)
La muerte del joven porteño del barrio de la Boca, Nehuén Rodríguez, a
manos de la entonces Policía Metropolitana, ocurrida en diciembre del 2014,
comenzó a ser juzgada en juicio oral y público este martes 27 de febrero.
El inicio de las audiencias fue tres veces postergado por las trabas del Poder
Judicial. El próximo jueves será la segunda audiencia.
En el banquillo de los acusados del Tribunal Oral 4, a cargo del juez Julio César
Báez, se pudo ver por fin sentado al que era entonces sub oficial de la policía
metropolitana, German Daniel Castagnasso. El agente policial manejaba la
camioneta que chocó y mató en el acto a Nehuén.
La Boca,
el barrio de éste joven al que le quitaron la vida con tan sólo 18 años, es un
barrio con una organización popular fuerte, que puede sentirse caminando por
sus calles: los murales, las pintadas que exigen justicia por Nehuen y anuncian
fechas de este juicio postergado, los comedores, las organizaciones sociales y
políticas, los medios populares. Desde La Boca a la puerta de Tribunales
la potencia de esa organización popular se hizo sentir entre radio abierta,
pintada de murales de otros casos de violencia institucional del barrio, actividades
para pibes y pibas, armado de stenciles, música, y más.
En las puertas del Palacio de Tribunales se concentraron
organizaciones sociales, políticas, de derechos humanos, familiares víctimas de
violencia institucional/represión estatal, colectivos de artistas. Porque
también sabemos, la presión que podamos hacer afuera en el transcurso de este
juicio es central para lograr la condena a los asesinos (aunque la justicia
imputa a uno sólo de ellos) de Nehuén.
Desde afuera
En la radio abierta organizada por un conjunto de medios
populares, tomaron la palabra familiares de Nehuén y de otros casos de
violencia institucional. Se sumaron para abrazar y acompañar a Roxana,
más conocida como Roxy, su mamá, incansable mujer luchadora, que casi siempre
nos regala sus sonrisas, aún en momentos difíciles y dolorosos. Roxy nunca está
sola, siempre la acompaña alguna hija, sobrina, hermano, amigo, amiga. Ellxs
también pasaron por la radio, y Leila, prima de Nehuén empezó recordándonos cómo
se encontraba aquel 14 de Diciembre de 2014: “estaba súper chocho porque
ascendió Huracán, y lo único que quería era festejar”.
También nos habló sobre la justicia y sus expectativas en
este juicio: “sinceramente yo creo que Dios va a poner su mano en este juzgado
para que se haga justicia porque realmente creo que si llegamos a esta
instancia con tantos obstáculos. No querer darnos las cámaras, tocar el
vehículo para que no se vea a qué velocidad iba, comprarnos un testigo, además
de cambiarnos la fecha continuamente, y con toda la gente que nos está
apoyando, creo que Dios está en estos momentos haciendo que allá adentro se
quiebre el que reamente hizo lo que hizo”.
“Creo que se va a hacer justicia, que esto va a
terminar bien y yo lo voy a dar como testimonio”, sintetizó la prima de Nehuén.
Esteban, el tío de Nehuen, habló de la espera y la amnesia
policial: “esperamos tres años, como decía, ahora los policías se olvidan todo,
no saben nada.”
Para cerrar, Milagros, hermana de Nehuén, puso el foco en la
justicia social “Creo que va a haber justicia, si no hay justicia por parte del
Estado por lo menos que haya una justicia social, que escrachen al tipo, que
por lo menos este en su conciencia que mató un chico que podría haber sido su
hijo. Tengo fe que va a haber justicia, por algún lado le va a llegar la
justicia”. La hermana del joven terminó expresando: “gracias a todos los
que vinieron a apoyar y siempre estuvieron apoyando la causa porque fueron tres
años muy difíciles, con mucha lucha, a pesar de todas las piedras que pusieron
en el camino, pero gracias a todo el esfuerzo pudimos llegar a conseguir el
derecho de un juicio oral”.
Asimismo, por la radio abierta pasó también Angélica
Urquiza, madre del Kiki Lezcano: “Nosotros aprendemos no solo de las Madres de
Plaza de Mayo, sino también de aquellos familiares, que casualmente somos de
barrios humildes, de villas, que ahí están nuestros negritos, ellos que son
perseguidos por la policía, como el caso de Kiki con el Indio Chavez de la 52.
O como Luciano (Arruga). Nosotros somos hermanos del dolor, lo que no te mata
te fortalece y nos fortalecemos en ese abrazo para seguir luchando".
Luego agregó: "soy la mama de Jonathan Lezcano,
“Kiki” era el apodo que le había puesto su abuelo. Tenía 16 años, el 8 de
Julio de 2009 desapareció, tenían tres meses desaparecido, y lo encontramos
enterrado en la
Chacarita. Pérdon pero hoy es un día muy triste para mí
también, tengo un sobrino detenido, le armaron una causa en González Catan. Me
angustia mucho también eso, de saber que por la condición que es negrito y
usaba boina le hicieron una causa. Lo encontraron tirado en la chacharita como
NN. Me cansé de golpear las puertas de la justicia pidiéndoles que me ayuden a
encontrar a su hijo. Ellos me decían 'pero que le hizo usted señora, porque se
fue el chico de 17 años'. Me decían 'capaz está con alguien, con una noviecita,
o por ahí se metió en problemas con los tranzas y está fugitivo por ahí señora,
tenga tranquilidad'. Todo esto me decían los señores que están acá, en el poder
judicial. Y yo les pedía simplemente que me lo ayuden a buscar, porque no era
así, porque mi hijo nunca se había ido de mi casa, era incapaz. Y a mí nadie me
creía porque yo era la loca. Todo eso pasó. Por eso a mí me llega mucho lo de
Nehuén, lo de Roxana, lo de los pibes y pibas que están acá apoyando, porque
sin el acompañamiento de unos pibes, de unas píbas, de los familiares, de acá
de la radio abierta, de aquellos que vienen, nosotros no podemos llegar a
ningún lado.”
Adentro: amnesia policial contra memoria popular
Mientras afuera se escuchaban las voces de las víctimas de
violencia institucional, adentro declaraban Daniel German Castagnasso,
imputado, y José Daniel Soria Barba, acompañante, superior de German Castagnasso,
citado en calidad de testigo. Roxana escuchaba.
La frase más pronunciada por ambos policías fue “no
recuerdo”. Los abogados de la querella insistieron en preguntarles si
aquel 14 de diciembre cruzaron semáforos en rojo y/o infringieron otras señales
de tránsito, como la velocidad de circulación y otras. La respuesta del
imputado fue que no, que no infringió ninguna señal, ni pasó semáforos en rojo
antes ni en el choque y asesinato de Nehuén Rodríguez. Ante la pregunta
concreta del abogado de la querella sobre si por la calle Ramón Carillo (doble
mano) había tenido que pasarse de carril para adelantar a otro vehículo,
German Castagnasso respondió: “No. No había tránsito, no tenía vehículos de
frente”. Esta afirmación fue más tarde refutada con un video que presentó la
querella, donde se puede ver claro como el móvil policial se cruza de carril
para pasar un colectivo que circulaba delante. Ante este contundente video la
respuesta fue de nuevo “no recordaba ese momento”.
José Daniel Soria Barba, subinspector y acompañante de
Castagnasso la noche del 14 de diciembre, declaró en calidad de testigo.
Afirmó que él mismo activó las balizas y las sirenas antes de acudir al llamado
de un botón de pánico. Dijo no recordar la velocidad a la que se desplazaban y
justificó no recordar si pasaron o no la luz de Brandsen y Carrillo en rojo
porque “iba anotando en una planilla y no levanté la vista en la intersección
de Ramón Carrillo y Brandsen”. Las declaraciones Soria y Castagnasso oscilaron
entre el olvido y la afirmación de que realizaron todo correctamente antes del
choque.
Diferentes testigos que se sucedieron luego contaron
realmente cómo fueron las cosas esa noche y refutaron completamente la versión
policial: no oyeron sirena alguna sino directamente el impacto y sólo luego la
sirena, la moto de Nehuen cruzó en verde con sus luces y su casco colocado, la
camioneta de la metropolitana iba completamente a oscuras. “Prácticamente
vi todo. Estaba en el umbral de la puerta de mi casa. En ese momento pasa una
moto, me llama la atención la velocidad que iba, como a 30 metros tenía la subida
de la barranca, traicionera esa barranca, como mi oficio es mecánico me quedé
mirándolo y pensé a esta velocidad no sube esta motito. Aceleró un poquito
subió perfectamente hasta que llegó a la bocacalle apareció el lobo y se acabó.
Eso fue lo que vi yo” y continuó “si el de la moto tiene luz verde, el
que lo choca es el otro. Veo perfectamente cuando pasa la moto en verde”. La
camioneta de la metropolitana “era una vela apagada. Estaba sin luces y sin
sirenas en el momento de coalición. Es fácil cuando se bajan del coche apretar
el botoncito para atrás y encender. No tenían las luces de posición, ni la
licuadora arriba que da vuelta. Circulaba a oscuras completamente”.
Justicia social
Al terminar la audiencia Roxana pasó por la radio y cerró la
jornada. "La justicia nunca es a favor de nosotros, de los pobres. Siempre
es a favor de los policías. Los policías que antes de entrar a la sala hicieron
un cordón para que nadie les saque fotos. La policía que te hace apagar el
celular, que no te deja sacar fotos para que se viralice. La policía que
siempre ataca a nuestros pibes”, sostuvo la madre de Nehuén.
En esta misma línea, profundizó: “Más allá del dolor
nosotros estamos contentos de haber llegado a esta instancia. Es el derecho más
preciado para cualquier padre tenerlo sentado a él ahí, que la pase mal, por lo
menos un poco de todo lo que nos hizo y nos hace pasar a nosotros”.
Esperanzada y convencida de que la lucha está en la calle,
desde el amor y el agradecimiento, Roxana expresó: “Estoy feliz por todos los
compañeros y compañeras que están acá apoyando y dando la lucha. Porque como
decimos siempre la lucha está en las calles, la lucha sigue, la lucha de los
pibes que matan sigue cada día más. Creo que lo más importante más allá de la
sentencia judicial, que nunca tira para nuestro lado, es la justicia social,
conseguir memoria para todos nuestros hijos que nos han arrebatado y para
aquellos que siguen acá como Lucas Cabello (baleado por la Metropolitana en el
2014), al que vamos a acompañar en su lucha. Hay que darles pelea. No pierdo
las esperanzas, tengo la próxima audiencia con todos los peritos y ahí si van a
comprobar varias cosas que hoy negó el policía”.
Acompañada de Raquel Witis, Lucas Cabello y Angélica
Urquiza, Roxana terminó esta jornada hablando de la justicia social: “Más allá
de la condena del tribunal, la condena es la justicia social. Gracias por el
acompañamiento de ustedes. Sigamos luchando y animando a las personas que
tienen estos tipos de casos de gatillo fácil o cualquier derecho que le quieran
arrebatar a que den la pelea y a seguir. Quizás en estos tiempos no tengamos la
justicia pero el día de mañana va a aparecer. Así como las Madres estuvieron 40
años peleando por sus hijos, y ahora le están arrebatando todo lo que lograron
y siguen peleándola, vamos a seguir nosotras, todas las madres unidas y
peleando por estas causas”.
* Radio abierta, cobertura y nota realizada en conjunto por
FM La Caterva,
FM Riachuelo, Radio Gráfica, La
Retaguardia, Agencia Paco Urondo, Sur Capitano
Foto: Eloísa Molina
Foto: Eloísa Molina
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