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El periodista y documentalista australiano, que trabaja ahora en una película sobre Nora Cortiñas, entrevistó a Andrew Graham-Yooll para su último documental, El Mensajero, donde hace foco en Robert Cox y en los años de la dictadura dentro de la redacción del Buenos Aires Herald. A pedido de La Retaguardia, comparte aquí unas líneas acerca de la trayectoria de una de las glorias del periodismo argentino, que murió el 5 de julio pasado.

Foto de portada: de izq. a der. Roberto Mario Santucho, Benito Urteaga, AGY, Enrique Haroldo Gorriarián y Jorge Molina).

(Por Jayson McNamara* para La Retaguardia) El golpe militar de 1976 marcó un antes y después para el periodismo argentino, una época especial caracterizada por la confluencia de complejas historias personales de periodistas cuya obra -en su conjunto- dio inicio real al periodismo de investigación en este país. Están las de Robert Cox, Rodolfo Walsh, Tomás Eloy Martínez, Paco Urondo, solo por nombrar algunas.

Son las historias que también marcan un importante punto de comparación con uno de los más importantes facilitadores de aquella represión que también se llevó las vidas de docenas de periodistas y trabajadores de prensa: el periodismo del establishment argentino, que vale recordar, hasta el día de hoy jamás reconoció su complicidad, por no decir criminalidad, con la dictadura cívico-militar de 1976 a 1983.

Estuve solo dos veces con Andrew Graham-Yooll. La primera vez fue en su casa hace ya 5 años, con un equipo de cine, para entrevistarlo. Y la segunda, durante un breve encuentro que tuve con él y su mujer una noche de invierno en Microcentro, antes de que partieran de viaje a Londres. Andrew parecía de otro mundo, “un personaje digno de Graham Greene”, como escribió Guillermo Saccomanno en su reciente columna para Página/12. En su casa en Barracas, trabajaba con y rodeado de máquinas de escribir. En el Microcentro, lo encontré esperándome en la puerta del departamento donde se quedaba esa noche, en una calle oscura, vestido de gabardina y con su reconocida barba.

Nacido en 1944 en Argentina, Andrew fue periodista, editor, escritor, traductor y historiador. Un hombre que manejaba, quizás sin igual, tanto el castellano como el inglés. “¿En qué idioma me vas a entrevistar?”. Como historiador, conocía en profundidad, también quizás como ningún otro de sus tiempos, la de los ingleses en Argentina. Fue un prolífico escritor; hasta el día de su muerte, este 6 de julio había publicado mas de 30 libros y centenares de ensayos. Como informó el Buenos Aires Times, publicación para el cual fue columnista, tenía dos libros nuevos en marcha.

Sin embargo, fueron sus 10 años como jefe de redacción del diario Buenos Aires Herald, de 1966 a 1976, que hicieron que Andrew Graham-Yooll entrara a la historia de este país y de su periodismo, como figura ejemplar del periodismo de investigación y como un ferviente defensor de la libertad de prensa.

Con su estrecha red de contactos, Andrew fue de los primeros periodistas en Argentina en reportar sobre los asesinatos de la AAA y otros incidentes de la época cuyo impacto en la vida de un hombre con sólo 30 años en ese entonces fue notorio. No sólo por lo recordaba él mismo en publicaciones como su autobiográfico A State of Fear. Memories of Argentina’s Nightmare (1983), sino por lo que podemos deducir de la esencia de un hombre impulsado por su preocupación con los derechos humanos y la justicia. Cuando lo entrevisté en 2016 junto a mi equipo para el documental El mensajero, vimos cómo tantos años después de los hechos se conmovía todavía al recordar el primer llamado telefónico que recibió en la redacción del Buenos Aires Herald de una vecina del norte de Buenos Aires denunciando el brutal asesinato de su hijo por fuerzas de seguridad. “Colgué el teléfono inmediatamente, no lo podía creer. Tuve que llamarla de nuevo para retomar contacto”, relató.

Andrew fue de los pocos periodistas de confianza de la cúpula del ERP y los Montoneros. Como cuenta en su autobiografía, a él lo pasaban a buscar en diferentes puntos de la ciudad de Buenos Aires para asistir conferencias de prensa clandestinas. Andrew y el Buenos Aires Herald eligieron publicar y analizar con seriedad lo que las Fuerzas Armadas querían desaparecer y lo que la prensa en su mayoria optó por relatar acorde a las necesidades de los favores que tenía pactado, explicita o inexplícitamente, con el poder. Estas actividades, sumado a una relación de amistad que su primera mujer tenía con la hermana de Ernesto Guevara, hicieron que en 1976 se viera forzado a exiliarse junto con su familia al Reino Unido.

De las frases que más se han recordado estos días de Andrew Graham-Yooll es una que dio al ser consultado por el “estado de miedo” a qué se refería en el título de su autobiografía. Dijo: “Por supuesto teníamos miedo en el Herald. Pero una cosa es tener miedo y otra cosa es ser cobarde”. Sin duda es una frase que revela mucho sobre el hombre y sobre una época de grandes contrastes en cuanto al ejercicio de periodismo al cual Andrew Graham-Yooll marcó, junto a otros colegas, con compromiso y honestidad.

*Director de El mensajero: La historia de Robert Cox y el Buenos Aires Herald

La entrevista completa que concedió Andrew Graham-Yooll para el documental El mensajero se puede consultar en Memoria Abierta junto a una copia del documental.

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