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Incendio Luis Viale: “No podemos dejar que el lugar vuelva a las manos de los patrones”

Escrito por el octubre 31, 2020


Las denuncias de quienes sobrevivieron al incendio en el taller clandestino de Luis Viale 1269, en el barrio porteño de Caballito, contribuyeron a poner en agenda en los medios alternativos y luego en los medios tradicionales la explotación laboral de la industria textil en la Ciudad de Buenos Aires. Lourdes Hidalgo, una de las sobrevivientes de aquella tragedia, en diálogo con el programa radial La Retaguardia, dijo que junto con otras y otros compañeros reclaman que allí funcione un lugar para la memoria. La Justicia, por su parte, les devolvió las llaves del taller a los antiguos dueños. (Por La Retaguardia)


🎤 Entrevista: Fernando Tebele
✍️ Redacción: Nicolás Rosales
💻 Edición: Pedro Ramírez Otero

Escuchar a Lourdes Hidalgo resulta doloroso y al mismo tiempo esperanzador, su entereza en la lucha emociona. Sobrevivientes, junto y la Comisión por la Memoria y Justicia de las obreras y obreros textiles de Luis Viale realizaron una radio abierta el pasado viernes en Plaza de Mayo y exigieron la expropiación y patrimonialización del ex taller textil de Luis Viale, para que se convierta en un espacio de memoria. “Será una jornada de lucha por la expropiación y patrimonialización del taller donde perdieron la vida trabajadores junto a sus hijos el 30 de marzo del 2006, entre ellos una mujer embarazada y cuatro niños. Todos ellos fueron víctimas de trata y explotación laboral. Son 14 años de lucha y de un caso que quedó impune”, contó Hidalgo unos días antes de la convocatoria. 
Justicia a medias
“En el 2016 fueron condenados los capataces. Los dueños del inmueble y de las máquinas con las que cosíamos, Daniel Alberto Fischberg y Jaime Abraham Geiler. Los jueces los sobreseyeron por falta de pruebas. Para que haya verdadera justicia, ¿cuántas muertes más hacen falta?, ¿no les bastaron las 6 muertes? Porque ahí perdieron la vida mis compañeros junto a sus hijos cosiendo la ropa. Al lugar entraba la policía, los funcionarios del Gobierno de la Ciudad, entraban los dueños. Y no hicieron nada. Estas muertes eran evitables. A nosotros no nos dieron lugar para reclamar. Yo reclamé por el baño, porque teníamos uno solo para 65 personas. Estaba conectado con un cono de hilo para ducharse. Eso para ellos fue un delito, porque a los pocos días me dijeron que me vaya. Ellos estaban acostumbrados a trabajar de esta manera”, recordó.
“Acá se paga cada tres meses”

“Antes del 30 de marzo hubo otro incendio dentro de ese taller. Los dueños solo querían ganancias. En las condiciones en que estábamos, muchos nos preguntaron ‘¿por qué no se fueron?’. Yo me quise ir del lugar. Trabajé un mes y medio, y pedí que me pagaran. Y uno de los capataces me respondió: ‘acá se paga cada tres meses’. Esa fue la estrategia para retener a los trabajadores, para que no se vayan. Esto no fue un incendio, fue una verdadera masacre por la patronal. La Justicia los dejó libres de culpa, pero para nosotros ellos son los asesinos por su sed de ganancia. Venimos exigiendo que el lugar sea un espacio de memoria para los trabajadores y trabajadoras migrantes en lucha. No vamos a permitir que nuevamente sea un lugar de masacre. La Justicia les volvió a entregar las llaves a los responsables de estas muertes”, denunció la sobreviviente. 
Los talleres clandestinos y la explotación laboral continúan
“Hoy en día, a una cuadra de ahí, en la calle Artigas 1241, tienen otra fábrica que sigue funcionando y sigue explotando trabajadores. Y la Justicia los va encubriendo. No cambió nada, porque en el 2015 nuevamente por un incendio perdieron la vida dos niños, hijos de trabajadores textiles en el barrio de Flores. En el 2018, en otro incendio, murió otra nena. En pandemia se ha seguido trabajando en estas condiciones, cosiendo barbijos. En las mismas fábricas que dicen tener a sus trabajadores en blanco han muerto trabajadoras textiles”, aseguró. 
Por último, dijo: “El incendio de Luis Viale fue o es el único caso, otros tantos casos quedaron impunes. Son 14 años de lucha, no vamos a callarnos y a esperar más. No podemos dejar que el lugar vuelva a las manos de los mismos patrones que hoy en día siguen explotando a obreros migrantes”.
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