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Delia Gerónimo Polijo, la piba desaparecida de la que se habla poco

Escrito por el febrero 21, 2021


Desapareció el 18 de septiembre de 2018 en La Paz, Traslasierra, Córdoba. El único sospechoso del caso se suicidó en diciembre de ese mismo año. El pasado jueves  se cumplieron 29 meses de la desaparición de la adolescente. María Lina Leguizamón, psicóloga, docente y coordinadora del área de género de la municipalidad de La Paz,  dialogó con La Retaguardia. Allí habló acerca de la vida de Delia y contó cómo fue su desaparición. Comentó en qué estado está la causa judicial y se refirió a las manifestaciones que llevaron a cabo la familia de la joven y la comunidad de vecinos y vecinas. (Por La Retaguardia)



✍️ Redacción: Agustina Sandoval Lerner
💻 Edición: Pedro Ramírez Otero/ Fernando Tebele
📷 Fotos: María Lina Leguizamón

El 18 de septiembre de 2018 en un pueblo de la zona cordobesa de Traslasierra, donde habitan entre 9000  y 9.500 personas, desapareció Delia Gerónimo Polijo. Sucedió cuando salió de la escuela, que se encuentra en el pueblito central, en La Paz, yendo hacia a su casa que está en un paraje llamado “La Guarida”. La docente y psicóloga María Lina Leguizamón, coordinadora de género de la municipalidad de La Paz, explicó que en esa zona “Hay hornos de ladrillos donde vive y trabaja su familia, que es de origen muy humilde” y agregó que “la familia de Delia trabaja en la ladrillera de un cuñado”. 
Cuando salió de la escuela, caminó por una calle interna. El último registro que se tiene de ella es que caminó sobre la ruta y desapareció. “A partir de eso, la familia salió a pedir ayuda de forma desesperada, durante una semana toda la gente del pueblo se reunía en la plaza a ver qué pasaba, qué se podía hacer, qué se estaba haciendo”, manifestó la docente. Al día de hoy, Delia, que en ese momento tenía 14 años, continúa desaparecida. 

Una niña que florecía 
Acerca de la personalidad de la niña y su carácter, María dijo: “Yo la conocía de la escuela. Los docentes la recordamos como una niña con las características de su edad, que en el primer año era como muy callada, muy para adentro y ya en el segundo año empezó a florecer,  arreglarse y a dejar los juegos en el recreo y estar más en esto de caminar, mirarse y mirar. Propio de su edad. Una niña alegre”.
A partir de su desaparición y con el revuelo que se produjo en el pueblo, la psicóloga subrayó el impacto que hubo en el colegio, por la responsabilidad que tiene la institución. “Para la escuela el impacto fue muy grande porque de alguna forma hubo una responsabilidad ahí en dejarlos salir antes porque estábamos en la semana del estudiante, había actividades y algunas niñas de segundo año pidieron salir antes y ahí sucedió esto”, afirmó. También mencionó que para sus compañeros y compañeras el golpe fue muy fuerte: “En la escuela está el banco de ella, que fue intervenido con frases, con dibujos y está ahí, intacto, nadie lo va a ocupar”. La docente además se refirió a lo que se generó en el pueblo a raíz del caso: “A nivel comunidad, el impacto de la desaparición de Delia fue enorme porque este es un pueblo serrano, muy tranquilo, donde todos nos conocemos, donde siempre existió esa confianza y esa tranquilidad de saber que nuestros hijes podían estar jugando por ahí, libremente, andando en bicicleta, yendo al arroyo solos sin que sucediera absolutamente nada. Esto, como decía un vecino, fue tomar consciencia de que todo lo malo que sucedía en otros lugares o en las grandes ciudades puede llegar acá y nos puede suceder a nosotros, entonces atravesó la comunidad de forma muy fuerte”.

“Hace 29 meses que estamos buscando a Delia Gerónimo Polijo”
Esta semana, después del año 2020, donde no se pudo salir a manifestarse, los y las habitantes decidieron retomar la calle como una forma de visibilizar la desaparición de la joven. El 18 de febrero pasado fue el cumpleaños número 17 de la adolescente y la manifestación de ese día fue muy importante. Acompañó toda la comunidad. Leguizamón observó: “Estuvo buena, siempre doloroso, siempre fuerte. Es una marcha en la que ves a muchísima gente muy conmovida”.
El grito de justicia y memoria de familiares, amigos, amigas y de toda la comunidad se hizo oír en el pueblo.

Delia no es la única desaparecida. En Traslasierra, en 2014, desapareció Marisol Rearte, quien en ese momento tenía 18, junto con su hija Luz Morena Oliva, de dos años. Ese mismo año desapareció Silvia Gallardo, de 34. Aún no se sabe nada acerca de los hechos y no hay ninguna persona imputada en ninguno de los casos.
Una causa judicial paralizada y un único imputado muerto 
La coordinadora del área de género del municipio de La Paz denunció que se han manifestado en la puerta de la fiscalía solicitando que la familia esté informada acerca de la causa, ya que no recibieron mucha comunicación de parte de la fiscal.
En diciembre del 2020 estuvo Marcos Herrero, un investigador adiestrador de perros que participó de las pericias. También, junto a sus perros participó en las búsquedas de Santiago Maldonado y Facundo Astudillo Castro, entre otras desapariciones/asesinatos. Fue llevado a Traslasierra por una organización para colaborar con la búsqueda de las cuatro desaparecidas. De los rastrillajes que se llevaron a cabo con los perros entrenados por Herrero, la familia no tuvo comunicación de la fiscalía sobre los resultados. 
El 23 de diciembre de 2018 se suicidó Mauro Martínez, quien al día de hoy fue el único sospechoso de la causa. La esposa, Anabel Pereyra, vecina de La Guarida, se había acercado a la comisaría para radicar una denuncia en contra de Martínez por violencia de género. Dijo que él en ese momento estaba tomando alcohol y drogándose, cuando la amenazó con que le iba a pasar lo mismo a que a la “boliviana”, refiriéndose a Delia. Cuando la policía lo fue a buscar, lo encontraron muerto. Los peritajes oficiales informaron que se suicidó.

“Todos los que estamos trabajando con la familia y acompañando, consideramos que no fue él la única persona que actuó en esa situación. No fue él solo, creemos que hay otras personas que participaron de ese hecho y no queremos que la justicia se quede con la respuesta más fácil, que es que fue Mauro. Queremos que se siga investigando”, finalizó María Lina Leguizamón.
Este viernes, apenas un día después de la marcha por Delia, del otro lado de las sierras, en La Falda, apareció el cuerpo de Ivana Módica, a quien se buscaba también de manera desesperada. Nuevos nombres que se suman a una lista que parece interminable.

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