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Marcela Pacheco continúa con la huelga de hambre

Escrito por el septiembre 17, 2012


 
(Por La Retaguardia) Desde el 27 de agosto, la periodista lleva adelante esta protesta en la que pide simplemente un espacio “de aunque sea media hora” en la televisión pública, medio en el que trabajó hasta 2006 cuando fue despedida por decir algo “inconveniente” para el gobierno nacional. 
En este marco, dialogamos con ella sobre la función del periodismo, los medios públicos, la pelea contra la monopolización de la palabra y la importancia de poder debatir.



“El reclamo es puntual hacia un espacio aunque más no sea de media hora que nos garantice libertad de palabra para todos en el canal que a todos nos pertenece, y no seguir sometidos”, así explica Marcela Pacheco su decisión de iniciar una huelga de hambre hace ya varios días. En este sentido, Marcela afirma que es necesario volver un poco a la función que cumplen los comunicadores y comunicadoras: “hoy pensaba cómo sería factible llevarlo a cabo: en principio hablando cada uno lo que le parece de las cosas sin intereses, porque con esto de la militancia ciega nos terminamos deshumanizando todos, y una cuestión como la palabra misma tan sanadora en cualquier situación, el hablar es lo que nos sana, sigue siendo un negocio en los grandes medios; y es una cosa inaudita para mí, y debería serlo para todos a esta altura de los acontecimientos, el hecho de que se empiece a plantear el debate en los medios establecidos, que son los que marcan la libre expresión verdadera porque por más que grites si estás en una cajita chiquita te escuchan pocos. Entonces poder habilitar un espacio en el canal público donde todos podamos hablar o de alguna manera sentirnos representados por una voz… tratando de humanizar el mensaje”.
Respecto a la situación actual de los medios públicos, pero en particular de Canal 7, Pacheco considera que es inaudito que no pueda tener la palabra una mujer como Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora: “también es inaudito que no pueda tener la palabra alguien facho, desde mi punto de vista, no tenés por qué vos funcionar de la misma manera que funciona el otro. Te parece facha Mirtha Legrand, bueno, charlemos con la mujer para ver qué piensa cada uno y tratemos entre todos de enriquecernos como seres humanos”, agrega.
“En cada empresa ya sabemos más o menos (cómo es) – continúa -, ahora que está todo polarizado en los medios tradicionales o establecidos, tienen el parlante grande y la plata para bancar los afiches más grandes, que son los que terminan ganando. Uno ya está como acostumbrado, `si trabajabas en el trece, no podías decir esto`, todo incorporado como que el periodista es funcional a la empresa para la que trabaja, en vez de tratar de aportar algo con su libre pensamiento para que las cosas cambien. Y en el canal público nuestro, semi público ahora, que como todo lo público deberíamos defender lo que son, un espacio que nos garantice libertad”.
Pacheco critica los negociados actuales con la comunicación, considera que el oficialismo está construyendo un monopolio de medios “igual al otro”, al que tanto critica, pero con el peligro que conlleva: “la monopolización de la palabra es una mierda porque no nos aporta nada, la repetición de parte de los laburantes de lo que le manda la cúpula no nos aporta nada porque no enriquece, si vos no tenés debate no te podés enriquecer y termina siendo insoportable. A mí se me ha hecho insoportable a lo largo de todos estos años y cada vez más, basta de actos y de hacer propaganda, y charlemos un poco en serio”, señala.
Para Marcela, la labor del periodista no puede ser la de cómplice del poder: “vos hacés tus pasos y yo te voy a marcar si pienso que son una cagada, porque sino soy cómplice yo, cómo voy a callarme. Las preguntas tienen que responderse, no puede ser que todo quede como en un gran interrogante. Son cosas profundas, ¿qué pasa con las mineras, si es un argumento es cierto que está bueno, de verdad queremos esto? La maquinaria capitalista en el medio… vamos a generar, la industria y lo que pase después no importa, nos llenamos de autos y no sabemos lo que va a pasar. Me parece que son tiempos que deberían ser diferentes, tratando de aprender que si vos estás hablando de inclusión y de amor vamos a incluir y amar a todos de veras, tratando de convencerlos de otra forma, y no generando exactamente lo mismo y planteando todo como si fuera una gran batalla. Me acuerdo de cuando era chica y eso no nos llevó a ninguna buena parte. La parte acallada se termina resintiendo en algún momento y cuando tiene la posibilidad te la saca y te la parte por la cabeza, y lo endeble de la palabra comprada y el medio comprado es algo en lo que nadie termina pensando porque los de arriba siempre se terminan yendo, llenándose de guita. Una soñó siempre con cambiar el mundo y tenés la posibilidad de hacer una interferencia en algo que nos marcó tanto, como los argentinos somos derechos y humanos, todo lo que se repite desde el verticalismo, lo que te va encegueciendo, crecí en noticieros que fui como abriendo los ojos y viendo el enceguecimiento de mis propios compañeros a la hora de hablar de los justicieros, por ejemplo, sin tomar noción de nombrar justiciero al que mata a otra persona porque le vino a robar un stereo, esa cosa de `cansado de tanto asalto`, eso era visto como algo normal en una época no muy lejana en los medios. Entonces vamos a hablar en serio, a cambiar la impronta un poco, los que se siguen muriendo de hambre son los mismos, los que caminan el barro son los mismos, y los muertos en medio de conflictos también, como así son los mismos los muertos por la droga infecta tan conveniente para el sistema con su cinismo, entonces vamos a hablar en serio, porque sino no me digas que te importa el resto. Funcionarios multimillonarios aceptados como si fuera natural, son disparates que tenemos que ir reviendo y que tienen que ir reviendo también quienes con total impunidad se ponen a ser multimillonarios cuando están en un sitio al servicio de la comunidad. Sin ser franco no vamos a ninguna buena parte”.
Sobre su estado de salud y el interrogante de hasta cuándo vale la pena dar la pelea física, Marcela señala que es algo que va pensando y que son muchas las personas que se lo preguntan. De todos modos, aclara que aunque se ve desagradable desde lo físico, no se siente mal en la parte interna: “en lo interno me sentía mal desde antes, como muy angustiada, sola, muy compungida, el hecho de que te borren así como de golpe y que nadie diga nada. De golpe te encontrás pedaleando en el aire, en el medio, siempre se pagó la independencia, el libre pensamiento es algo condenado en general. El pensamiento independiente, de cada individuo aportando toda su sapiensa o su potencial para que las cosas mejoren es imprescindible, si vos seguís teniendo toda una línea que te bajan y todo el resto repite estamos siempre en la misma”.
Hacia el final de la entrevista, Marcela Pacheco destacó la labor de los medios comunitarios y alternativos y “esa posibilidad de meterse por otros lados”. “Hace falta tanto eso de unirse más en esa red de comunicaciones que sería una gloria hermanarlo en un mismo canal… en el canal público, lo público es público, debería serlo, y vamos por eso. Lo ideal sería que en vez de hacer canales alternativos intentemos recuperar lo que a todos nos pertenece y no resignarse al lugarcito que te dejan”.

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