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Fiscal Palazzani: “Esta resolución parece escrita por los abogados de Vicente Massot”

Escrito por el marzo 16, 2015


Massot, más que la preocupación de esta
foto, debe tener la alegría de la impunidad.

(Por La Retaguardia) Vicente Massot ha escapado una vez más de la justicia tras un fallo del juez Claudio Pontet de Bahía Blanca que le dicta la falta de mérito en la causa en la que era investigado por los secuestros, torturas y muertes de los obreros gráficos Miguel Ángel Loyola y Enrique Heinrich, lideraron una larga huelga en el diario La Nueva Provincia, propiedad de la familia Massot. Dialogamos con Miguel Palazzani, integrante junto a José Nebbia de la Unidad Fiscal que interviene en procesos por crímenes de lesa humanidad en la localidad bonaerense, quien dio detalles de las inconsistencias y falta de parcialidad del fallo judicial, que ya fue apelado ante la Cámara Federal de Bahía Blanca. El fallo se conoció unos días antes de la falta de mérito de la que también se beneficiaron Carlos Pedro Blaquier y Alberto Lemos, por los crímenes de lesa humanidad cometidos en Jujuy con la complicidad del Ingenio Ledesma.

En el fallo del primer juicio de lesa humanidad realizado en Bahía Blanca se ordenaba investigar la responsabilidad de Vicente Massot en el secuestro y muerte de los obreros gráficos Miguel Ángel Loyola y Enrique Heinrich. Esta semana, el juez de esa localidad, Claudio Pontet dictó la falta de mérito para el actual director del diario La Nueva Provincia, a pesar de que el magistrado había sido recusado por la fiscalía a cargo de José Nebbia y Miguel Palazzani.
“Nosotros venimos denunciando hace meses una maniobra que comenzó con una presentación del secretario del Juzgado Federal, y el secretario de Derechos Humanos Fernández Moreno, en base a una presentación suya, que era una invitación a la defensa de Massot a que recusara al juez actuante en ese momento, el doctor Coleffi, que era el que lo había citado a indagatoria dos veces y lo había indagado poniéndolo muy incómodo en más de una oportunidad. Luego la defensa de Massot lo recusó a Coleffi y lo terminaron apartando”, afirmó Miguel Palazzani en diálogo con Oral y Público.
El fiscal refiere a una queja elaborada por Mario Fernández, secretario del Juzgado Penal a cargo del subrogante Ulpiano Martínez, ante una presentación que hiciera el secretario de Derechos Humanos de ese juzgado federal, Mario Fernández Moreno, contra el entonces juez de la causa Álvaro Coleffi por “violencia moral”. A partir de esto, el abogado de Massot, Rubén Diskin, recusó al magistrado, que fue apartado.
“Hoy (Coleffi) se encuentra poco menos que confinado a una secretaría perdida en el Juzgado Federal sin siquiera una computadora para trabajar, sumariado y denunciado penalmente. Ese es el destino del juez que procesó en Bahía Blanca al obispo por encubrimiento del ex capellán del Ejército, el cura Aldo Vara (que se encontraba prófugo y fue hallado en Paraguay donde al poco tiempo falleció), y el que tenía a su cargo la causa del ex secretario del Juzgado Federal de la dictadura (Hugo Sierra). A Vara, Coleffii lo encontró y le pidió la extradición. Además es el juez que llevó a Vicente Massot tres veces a declarar. Ese juez hoy está sumariado o denunciado penalmente al igual que nosotros, que estamos denunciados penalmente por ese sector de la justicia federal de Bahía Blanca”, agregó Palazzani
Este es el contexto que los fiscales que vienen denunciando y en el que se da el fallo del juez Pontet. Una decisión que, en palabras de Palazzani, no sorprende ya que -incluso- completa la maniobra: “nosotros lo recusamos y también cuestionamos su designación porque nos pareció nula. Además de que nos pareció una persona que no es imparcial, su designación en sí misma es nula porque no respeta la ley de subrogancia. En el fallo que desvincula ahora a Massot de su responsabilidad penal en la causa, él desliza en un párrafo que va a seguir los dictados de la Corte Suprema en los fallos Simón y Arancibia Clavel, que fueron la bisagra para comenzar los juzgamientos, pero que no los comparte. En definitiva lo que nos está diciendo es que no comparte el proceso de Memoria, Verdad y Justicia que estamos transitando y que es política de Estado en este país según algunas declaraciones al menos públicas y exteriorizadas. Ese es el personaje que dictó la falta de mérito de Massot”.

Juez y parte

En diálogo con Oral y Público, Palazzani criticó especialmente el contenido del fallo que dictó la falta de mérito de Massot: “dice, por ejemplo, que lo de La Nueva Provincia fue libertad de expresión sin hacerse cargo de que nosotros hicimos un gran desarrollo diferenciando lo que es libertad de expresión de conducta criminal; es decir, no pudo el juez entender que lo que hizo La Nueva Provincia es cometer un delito mediante sus canales de medios de comunicación monopólicos y hegemónicos en la época, pero -y es quizás el escenario más absurdo al que nos ha llevado- afirma que La Nueva Provincia fue víctima de la dictadura. Es decir que la pone en un lugar de medio manipulado por los Servicios de Inteligencia y no como hemos propuesto nosotros en la acusación, y además hemos probado largamente, como cómplice, instigadora y encubridora. Entendemos que el grupo Massot ha pasado por todas las participaciones penales”.
Para el fiscal, la resolución de Pontet es una permanente trampa retórica y lógica: “con medias verdades, que como sabemos son peores que las mentiras, va construyendo un argumento y va tomando algunas cuestiones pero relativizando o directamente invisibilizando otras. Entonces dice, por ejemplo, que como todos los diarios del país tomaban partes de los cuerpos del Ejército, o de las fuerzas armadas, La Nueva Provincia hizo lo mismo y entonces o son todos o no es ninguno, o en todo caso este diario no hizo más que reproducir. Esto es una gran mentira, una gran falsedad. Nosotros hemos probado que La Nueva Provincia tenía a servicios de inteligencia como fotógrafos o tenía corresponsales de guerra directamente relacionados con el Comando de Operaciones Navales, o el Ejército o un contacto directo con los jerarcas más duros de la dictadura, al extremo de retarlos en sus páginas, como muestran algunos editoriales. Observemos sino una anécdota que cuenta el propio Vicente Massot: en una ocasión lo mandó (el ex jefe del I Cuerpo de Ejército, Guillermo) Suárez Mason por avión para avisarle al jefe del V Cuerpo que estaba en riesgo su carrera militar porque la junta de calificaciones estaba haciendo un expediente para removerlo del cargo. El juez dice que este dato no aporta nada a los homicidios, pero nosotros nunca dijimos que aportara, lo que hicimos fue mostrar el nivel de pertenencia de Vicente Massot, ya que el hecho de que un personaje de semejante calaña como Suárez Mason lo mande en avión a una actividad que involucraba el destino militar de otro jefe del cuerpo, muestra que la pertenencia tiene que haber sido íntima y de confianza absoluta. Esta es una anécdota de tantas otras que hemos puesto en el requerimiento, y esto fue absolutamente invisibilizado en la resolución, yéndose por otros carriles valiéndose de medias verdades para construir argumentos que en definitiva son más propios de la defensa de Massot, que sugestivamente o llamativamente no ha presentado un solo escrito en la causa. Solamente ha recusado al juez que lo citó a indagatoria, pero después no ha presentado ningún escrito, esta resolución parece escrita por los abogados de Massot”.

El que le cree al mentiroso

Al ser consultado sobre lo que señala el juez Pontet respecto a la responsabilidad de Vicente Massot en el secuestro y muerte de los obreros gráficos, Palazzini afirmó que el magistrado lleva el caso a otro escenario absurdo y falso: “analiza el asesinato de Miguel Ángel y Enrique como si fuera producto de un día de un arrebato de alguien. Nosotros hemos mostrado que este conflicto gremial fue el peor de toda la historia de La Nueva Provincia; así lo dicen las propias páginas del diario, nosotros hemos mostrado una editorial donde se cumplía un año de este conflicto donde dicen ‘ha estado en riesgo nuestra existencia’. Es decir que ellos lo tomaban internamente como una cuestión de vida o muerte. Hemos mostrado que Vicente Massot ha estado cara a cara discutiendo con Enrique y Miguel Ángel hasta las tres de la mañana para ver si salía el diario o no, fue una resistencia dignísima de Enrique y Miguel Ángel defendiendo a sus compañeros. Diría que en 90 días el diario salió 20 veces con lo que eso implicaba para la familia Massot”.
El fiscal remarcó que en varios pasajes de su resolución Pontet le da credibilidad a las declaraciones del propio Massot, quien responsabilizó a su familia, cuyos integrantes están muertos, del manejo gremial en la empresa, desentendiéndose del tema: “Massot está en su derecho a mentir porque la Constitución se lo permite, lo que no está habilitado es el juez a no valorar esa mentira si le va a dar credibilidad a su testimonio, porque eso ya es muy grave. Nosotros hemos mostrado que mintió recurrentemente, mintió cuando dijo que no estuvo en contacto con el conflicto gremial y le mostramos por acta judicial que había sido designado por la madre para liderar el conflicto por el diario con los obreros gráficos, lo mostramos por escritura pública en más de una noche en medio del conflicto para sacar el diario; él dice que no estuvo en el ’76 en Bahía Blanca y lo mostramos cobrando el sueldo allí, firmando los registros laborales que secuestramos en el allanamiento y que se habían olvidado seguramente en un rincón del edificio; mostramos que en el ’76 no estuvo en el lugar donde él dijo que estuvo”.

La Triple A en escena

En su fallo, el juez indica que se debe investigar a la Triple A por el asesinato de Heinrich y Loyola: “un dato que es falso desde el punto de vista histórico, durante el año ’76, al menos en Bahía Blanca y seguramente fue la tónica en todo el país, no había posibilidad de que la Triple A operara a ese nivel porque justamente lo que quería mostrar la dictadura era orden, así que era imposible que ocurriera semejante secuestro, los métodos que utilizaron adormeciendo a la familia del Heinrich, atándolos de determinada manera entrando como entraban las fuerzas armadas a secuestrar. Hay un montón de datos que ha falseado y ha orientado la investigación a que ha sido la Triple A sin ningún dato objetivo, cuando la Triple A estaba desarticulada en ese momento en Bahía Blanca”.
En este punto, Palazzani aclaró que aunque es cierto que si hubiera sido la Triple A no invalida que la responsabilidad de La Nueva Provincia, o de Massot en particular, en mandar a secuestrar a los obreros, ya que generalmente la Triple A obedecía a algún mandato político, pero asegura el juez utiliza este argumento con el objetivo de alejar la hipótesis acusatoria contra la familia Massot: “sabe que por ese lado puede ir por otro tipo de investigación y no es dable concederle ese tipo de razonamiento. El testigo (el abogado militar Mauricio Gutiérrez), que dice que escuchó a(l ex subcomandante del V Cuerpo, Acdel) Vilas comentando la reunión de Diana Julio de Massot con (Osvaldo René) Azpitarte, donde ella le dice que había que cargarlos por izquierda a Heinrich y Loyola; el juez nulifica este testimonio porque dice que violó el secreto profesional. Primero que no lo hizo porque eventualmente su defendido, Vilas, está muerto; y en segundo lugar porque ningún secreto profesional se impone por la averiguación de la verdad en delitos de lesa humanidad”.

Salir del atolladero bahiense

Los fiscales Miguel Palazzani y José Nebbia apelaron esta semana la falta de mérito dictada por el juez subrogante Claudio Pontet en favor del director de La Nueva Provincia, Vicente Massot. Ahora deberá resolver la Cámara Federal de Bahía Blanca.
“Nosotros comenzamos la etapa recursiva con la esperanza y el optimismo de que la Cámara de Casación Penal pueda ver esto desde otro lugar –afirmó al respecto Palazzani–, pero en Bahía Blanca la verdad que luego de que la Cámara decretara el sobreseimiento del obispo (Guillermo) Garlatti, también del ex secretario (del juez de la dictadura Guillermo Madueño, ya fallecido, Hugo) Sierra, que fue sobreseído el mismo día que Massot, estamos hablando de la complicidad eclesiástica, judicial y ahora también de la complicidad político empresarial, avalada por Pontet que decreta esta resolución. Está claro que en Bahía Blanca la postura del Poder Judicial federal no es avanzar en la investigación contra los civiles cómplices, así que la esperanza es sacarlo de Bahía Blanca y seguir el camino recursivo a los estamentos más altos de la Justicia”.

Es así como además de esperar la decisión de la Cámara, los fiscales buscarán que quien resuelva la situación de Vicente Massot sea un estamento superior de la justicia, que no esté asentado en la localidad de Bahía Blanca, en donde sí se realizaría, en caso de alcanzar esa instancia, el juicio oral.

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