Canción actual

Título

Artista


Despidos en el Banco Central: un límite para investigaciones peligrosas

Escrito por el abril 3, 2016


Hace poco más de dos meses fueron despedidos sin causa del Banco Central 47 trabajadores. Se desmanteló la subgerencia de Promoción de los Derechos Humanos, que cumplía tareas como aportar información de archivos clasificados del banco durante la dictadura a causas por delitos de lesa humanidad. También realizaba capacitaciones internas y analizaba actas secretas con el objetivo de identificar responsabilidades civiles del golpe y los orígenes de la deuda externa. Dos de las principales colaboraciones fueron en causas donde se investiga a Acindar y Tandanor en carácter de cómplices. La Retaguardia dialogó con uno de los despedidos, Santiago Kosiner, quien también relató el desarrollo de un acampe que realizan desde hace un mes y medio en la entrada principal del Banco Central. (Por Paulo Giacobbe para La Retaguardia)

Video: Un trabajador registra la represión del 1 de marzo en el Congreso contra los bancarios (La Retaguardia)

Los despidos ya no son una novedad. Podríamos escribir una nota base y luego completar según el área estatal en la que se vayan sucediendo para ahorranos trabajo. Salvo en casos como este, donde se pueden vincular los despidos, ya no con la ausencia de trabajo real, sino todo lo contrario: un trabajo que de tan real, puede volverse peligroso. Así explica Santiago Kosiner, uno de los despedidos, los papeles en los que venían trabajando: “Tenían que ver con Acindar, con Tandanor. Básicamente eran esas dos. También había documentación de deuda y el banco, cuando le pedían información, mandaba cosas que eran públicas, que ya se sabían. Anexos de documentación que el banco publicaba cuando tenía la obligación anual de hacer el informe. Con respecto a la deuda, lo que nosotros llegamos a revisar eran los registros que había en las actas de directorio del ’76 al ’83 y allí va apareciendo cómo se va produciendo el endeudamiento. Hay peritos que armaron una comisión en el año 1984 que se ocuparía de dividir la deuda legítima de la ilegítima cuando todavía estaba la idea de no pagar la deuda ilegítima. Estos peritos, algunos, siguen adentro del banco trabajando en otras áreas pero generaron una experiencia de trabajo para dar a conocer. Eso tiene que ver con la tarea que hicieron en su momento y con los propios mecanismos del banco que actuaron para dar por tierra ese trabajo. Tenía que ver sobretodo con los autopréstamos que los grupos económicos más grandes generaban con sus empresas en el exterior y sus intereses en el país donde se implicaban muchas empresas de las que crecieron en los últimos años. Muchas de ellas siguen teniendo intereses hoy sobre la deuda y los nuevos endeudamientos. Con esa discusión sobre el tapete, es bueno pensar quiénes se beneficiaron con la socialización de la deuda.

Deuda externa

Kosiner asegura que estaban relevando información vinculada a la deuda externa y otras cuestiones complejas: “del período 81/83 encontramos las actas secretas de directorio. En cierto momento, en el ’81, con la llegada de Viola a la presidencia, la nueva gestión del banco decide hacer sesiones secretas posteriores a la sesión ordinaria. Esos temas eran asentados en un acta secreta que muy prolijamente termina encuadernada en un bibliorato aparte. Ahí tratan temas de comercio de armas, donde muchos de los implicados son países de América Latina y Centroamérica que en ese momento atravesaban distintas dictaduras y recibían créditos para adquirir armas. Lo que no llegamos a relevar en todo este tiempo es qué pasaba antes, del ’76 al ’81. Seguramente habría temas no asentados en actas. Lo particular es que esto empieza a registrarse desde el ’81”.
El ahora ex empleado del Banco Central también dio cuenta de las dificultades que tuvieron para acceder a todo el material de aquella época: “Cuando revisamos nos encontramos, también, con hojas en blanco que rezaban, por ejemplo, que era documentación que quedaría a resguardo de quien era en ese momento el secretario del directorio. Todo ese archivo nunca estuvo disponible. Es decir que, incluso trabajando aquí, hay mucha documentación a la que nunca hemos podido acceder. Algo que no encontramos es información sobre el comercio de armas en Argentina y la deuda. Tampoco del período previo. El equipo de la Comisión Nacional de Valores (CNV) sí encontró en la causa Banco de Hurlingham, que pertenecía al grupo Graiver, la colaboración de peritos tanto de la CNV como del Banco Central que habrían actuado relevando la documentación del Banco de Hurlingham, y esa información se le brindaba a la gente que torturaba en Campo de Mayo a los propios directores del grupo Graiver. Esto también está en los testimonios de los propios torturados que se dan cuenta de que las preguntas empiezan a estar mejor orientadas que en el comienzo y eso tiene una repercusión en la tortura y en la gravedad de la tortura o en la forma del interrogatorio. Nosotros teníamos los nombres de los peritos que habían colaborado con el relevamiento de esta información y trabajamos sobre sus legajos y, así como en la CNV sí habían aparecido indicios y documentación probatoria, acá en el Banco Central no aparecía nada. Uno releva los legajos y se encuentra con cierta prolijidad a la hora de asentar cosas comprometedoras. En la CNV aparecían, por ejemplo, viáticos extra que se le pagaban a empleados por trabajar a más de cincuenta kilómetros de la Capital Federal, en Campo de Mayo. También se encontró una carta de un general agradeciendo los servicios prestados. Esa desprolijidad de la burocracia nos permitía probar la vinculación y la participación. En el caso del Banco Central fue más difícil.

El conflicto

Acerca del conflicto sindical, Kosiner dijo: “yo formaba parte de ahora disuelta subgerencia de Promoción de los Derechos Humanos del Banco Central. Estamos hace 43 días en un acampe en la puerta del Banco Central con el apoyo de La Bancaria, que es la asociación de empleados de banco. Mantenemos esta medida de fuerza con el objetivo de lograr la reincorporación de 47 despedidos. Nosotros cumplíamos funciones en diferentes sectores del banco. Las áreas en particular que fueron afectadas son, además de Promoción de los Derechos Humanos, sectores que se ocupaban de inspecciones a cuevas y el mercado de cambio ilegal y áreas de educación financiera y atención al usuario. Los reclamos que tiene cualquier usuario de servicios bancarios puede hacerlos frente al Banco Central cuando un banco le aplica algún cargo que no corresponde o cualquier situación ligada al sistema bancario. El Banco Central es, allí, regulador. Esa era una de las partes que se vinieron fortaleciendo y esta nueva gestión la incluyó en los objetivos a desarmar”, denunció.
El conflicto comenzó el 28 de enero, cuando despidieron a los 47 trabajadores. “En ese momento no tuvimos apoyo de la gremial interna del banco y acudimos al sindicato que actuó rápidamente y planteó una movilización para el día siguiente. Alrededor de 15 días después, el 17 de febrero, empezó el acampe exigiendo la reincorporación. Hemos hecho todo tipo de actividades. El apoyo del sindicato fue muy importante porque los cesantes solos no podríamos estar manteniendo una medida de este tipo sin el sindicato o gremiales de otros bancos que también se quedan a dormir, apoyan y colaboran con el tema de la comida. También nos apoyan las seccionales, La Bancaria tiene 53 en el interior que vienen en delegaciones a apoyarnos. Sentimos un fuerte respaldo, siendo uno de los gremios de reacción rápida ante esta embestida”, señaló.
Kosiner destacó las razones de los despidos. “Fue una resolución de presidencia que especifica que fue sin causa, con lo cual tendríamos derecho a indemnización y diferentes coberturas. No es lo que a nosotros nos interesa, sino que queremos marcar que un despido sin causa en una entidad pública como es el Banco Central es un límite para los trabajadores que continúan allí, porque el día de mañana lo pueden seguir haciendo. Eso es algo que limita las tareas de un organismo de control como es este. Si uno tiene que hacer una inspección a un banco va a pensar dos o tres veces el informe que corresponde de acuerdo a quién es la autoridad”, ejemplificó.

El Banco y el acampe

El banco ahora funciona normalmente porque nuestro objetivo era bloquear la salida y entrada de camiones de caudales. Acá están los tesoros y eso es algo en lo que se ve afectado el normal funcionamiento. Se han acostumbrado y han adecuado las tareas para manejarse con tesoros del Banco Provincia, Casa de Moneda, Banco Nación. Tienen métodos para nutrir los bancos, la gente entra por otras dos entradas en la calle San Martín y la calle Sarmiento. Lo sabemos, pero mantenemos la medida en la cuadra de la calle Reconquista porque creemos que es visible pese al cerco mediático. Cualquiera que ande por la city sabe que está este acampe y estaría bueno que más gente lo supiera pero las condiciones y la postura de los medios con respecto a este gobierno hace que se oculte o que saquen notas periódicamente como hicieron en La Nación o Clarín donde buscan desacreditar los fundamentos de la medida y también a nosotros”, señaló ante La Retaguardia.
Los trabajadores realizaron el 1 de marzo una manifestación al Congreso donde era la apertura de sesiones ordinarias. “Intentamos ingresar por la Avenida de Mayo, y estaba negociado que íbamos a entrar por ahí. Finalmente la policía no lo permitió y hubo una represión donde hubo balas de goma, gas pimienta y palazos (ver video al comienzo de la nota). Finalmente, de todas maneras, La Bancaria fue al frente y pudimos llegar hasta Rivadavia y Paraná, uno de los rincones de Congreso, donde se montó un escenario y se pudo hacer un acto para llevar un reclamo que viene de mucho antes, que tiene que ver con ganancias. Era una de las promesas de campaña tanto de Macri como de Massa. Así como tienen hoy la posibilidad de aprobar ciertas medidas que necesitan con respecto a los fondos buitres, tranquilamente podrían actuar en el sentido de ganancias. A eso se agregó nuestro conflicto, también la situación del Banco City que ya anunció que se retiraría de la Argentina, lo cual hace que haya 2000 puestos de bancarios en peligro. Básicamente, esas fueron las consignas y también se demostró que La Bancaria está actuando rápidamente y no entra en negociaciones que quizás otros gremios tienen más pruritos para poner la gente en la calle, movilizarse y expresar sus reivindicaciones. Es bastante positivo lo que sucede en el gremio y esperamos que los otros también actúen en consecuencia.

Funciones en materia de DDHH

El ex trabajador especificó las tareas de la Subgerencia de Derechos Humanos: “se constituye con la intención de emular lo que se había hecho en la Comisión Nacional de Valores durante la gestión de Alejandro Vanoli. Allí se había hecho una investigación sobre el rol del propio organismo durante la dictadura. Se encontraron vínculos con delitos de lesa humanidad, distintos tipos de conexiones entre funcionarios civiles y militares. La idea era tratar de repetir esa experiencia. Parte del equipo vino incluso con Vanoli y otra parte de otros organismos con experiencia en investigación sobre derechos humanos. Había personas del ministerio de Defensa, de Seguridad. La idea era abrir y democratizar el acceso a la documentación que había en el Banco Central. Hay que tener en cuenta que desde los 40 años del golpe cívico militar, siempre había sido muy difícil acceder a los archivos”. En la misma línea, Kosiner remarcó un episodio en el que queda en evidencia el trabajo inconcluso: “cuando llegamos en diciembre de 2014, nos acercaron una documentación que había sido pedida por la secretaría de Derechos Humanos en 2011. Hacía 3 años que estaba dando vueltas por distintas gerencias sin llegar a la Secretaría. Incluso había salido al ministerio de Defensa y de Justicia pero no a la entidad que lo pedía. Esa práctica se repetía con la información sensible. La idea fue relevarla y preparar un informe que estaba prácticamente listo, constaba de nueve capítulos en los que se trataban distintas cuestiones sobre el rol del banco durante la dictadura. Desde los vínculos y comentar quiénes eran las autoridades designadas que tenían vínculos con sectores del establishment. También se relevaron los casos de los compañeros desaparecidos dentro del banco, las vinculaciones del tema deuda, actas secretas, comercio de armas. Este documento de unas cuatrocientas páginas estaba próximo a publicarse y por esta coyuntura se paró. Estaría bueno que ese trabajo pueda ver la luz en algún momento, sobre todo por el acceso a la información, que es algo básico. Nosotros habíamos enviado información a diferentes causas con procesados civiles durante la dictadura, que hasta que llegamos el Banco no colaboraba. También hicimos talleres de promoción de derechos humanos interno y hablar un poco de esta cuestión de derechos humanos y finanzas que son campos que habitualmente se quieren diferenciar. Nosotros vemos una importante vinculación entre derechos humanos y finanzas. Así lo establece la última carta orgánica del Banco Central, que desplaza la visión monetarista y restringida previa. Eso tratábamos de trabajar. Los talleres eran para los empleados, fue muy interesante la recepción de gente con antigüedad de 20 o 30 años con una carga de tensiones importante y su recuerdo de cómo se había vivido, por ejemplo, la experiencia del 2001”. Todas esas investigaciones, ahora, deberán aguadar una mejor ocasión.

 DESCARGAR

Etiquetado como:

Opiniones

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *