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Los 30 años de la Cooperativa Ático: caminar a la par de las organizaciones sociales

Escrito por el mayo 20, 2016


Pelota de Trapo, la Comunidad Homosexual Argentina, la Red Trashumante, Barbecho y el espacio La Toma de Rosario, fueron algunas de las organizaciones que acompañaron los festejos a 30 años de la fundación de la cooperativa de salud mental Ático, que se realizó en el hotel B.A.U.E.N el domingo 1 de mayo. Hubo paneles de medios alternativos, comunitarios y populares; militantes sociales, intelectuales y, también, organizaciones que trabajan hace algún tiempo mancomunadas con la cooperativa. Radio La Retaguardia transmitió en vivo durante toda la jornada con Fernado Tebele y Natacha Bianchi. (Por La Retaguardia)


Oscar Mongiano – “Barbecho surgió como una idea clínica”

“Soy el coordinador general de Barbecho, un espacio para el cuerpo y la cultura. Primero, una propuesta para el cumpleaños 31. De Ático me queda siempre el amor. Creo que 30 años se sostienen con amor. Algo que falta tanto en estas épocas. Armamos Barbecho, un espacio para el cuerpo y la cultura, con un conjunto de compañeros y compañeras y de amigos. Maestros. Vicente Zito Lema nos acompañó y acompaña desde la fundación, Alfredo Grande también”, reconoció orgulloso Mongiano. El activista recordó que llegó a Grande a partir de su vínculo con Zito Lema: “Allá cuando formamos la Universidad de Madres de Plaza de Mayo. En aquel momento, cuando decidimos hacer Barbecho, nos convocó la idea del arte-terapia. Hacer una institución de arte-terapia. Esto tiene que ver con una cuestión institucional: es muy difícil ser instituido por una institución y a la vez seguir creándola”. Mongiano mencionó que la organización de Mar del Plata EnRed le pidió por escrito lo que había dicho en el encuentro de psicoanálisis nacional del año pasado: “Me pusieron en un aprieto terrible porque no había escrito nada. Tuve que recordar, entonces, pero no pude, y terminé escribiendo algo y lo mandé. En Barbecho estamos haciendo algo que tiene mucho que ver con el psicoanálisis implicado, y es un modo de construcción institucional. En el psicoanálisis implicado hemos aprendido de Alfredo que la subjetividad es el decantado identificatorio de la lucha de clases”. Para Mongiano, el decantado “siempre implica muchas otras subjetividades. Parafraseando a Alfredo, terminé ese escrito hablando de un modo de construcción institucional ‘yoico’. El modo yoico de construcción institucional. En el psicoanálisis implicado decimos que ese decantado puede ser un modo de productividad yoico o súperyoico. Institucionalmente también puede suceder esto y más allá de las formas”, explicó.
“Siempre, o en muchos casos, hay liderazgos muy fuertes y construcciones que tienen que ver con seguir a otro. En Barbecho, que no es fácil, pienso en los 30 años y me da escalofríos; hemos aprendido en algún punto que la expropiación, Alfredo dixit, no es solamente económica sino que también puede ser libidinal. Ser parte de un colectivo donde el pluralismo y la opinión de todos sea la dirección que va impulsando una institución es un trabajo enorme”, aclaró. Mongiano explicó que en Barbecho la organización no implica un director. “Cada área es dirigida por quienes las constituyen. Mi compañera de vida coordina y direcciona Familia en Barbecho. Barbecho es un espacio para el cuerpo y la cultura porque también decidimos poner el acento en la salud; no mental, sino toda la salud. En este sentido, tenemos un área cultural. Escuela de música, escuela de artes plásticas. Entendemos que la cultura es todo esto que determina nuestros cuerpos pero que desde nuestros cuerpos, también, tenemos que seguir haciendo cultura”, reflexionó. El coordinador de Barbecho reconoció la implicancia y la importancia de formar parte del encuentro a 30 años de la fundación de la cooperativa Ático: “Este es el motivo por el cual hemos formado Barbecho, tiene que ver con el compartir, con el estar junto a otro. A esto lo hemos pensado desde una postura clínica. Barbecho surgió como una idea clínica. Quisimos armar un instituto de aprendizaje y enseñanza. Nos acoplamos a un nivel de enseñanza para ámbitos culturales porque nos dimos cuenta de que no era un problema de salud mental sino cultural. El problema está en la cultura y allí hay que intervenir”, aseguró.

Marcelo Suntheim – Comunidad Homosexual Argentina: “Con Ático tenemos una historia de confluencia en la pelea por las libertades”

El activista excusó al presidente de la CHA, César Cigliutti, y arrancó con su intervención. “Venimos a acompañar en una celebración de orgullo. Nosotros entendemos que hoy es un día de orgullo. 30 años de orgullo se sintetizan en esta celebración. La CHA y Ático son dos instituciones que trabajan juntas desde hace once años desde el lugar del orgullo y la pelea por la libertad, la lucha por la libertad. Suena medio extraño hablar de la pelea por la libertad cuando está tan en boga la igualdad jurídica, real y una cantidad de frases lindas”, cuestionó y remarcó: “Hay frases que hay que pensar dos veces. Lo digo porque nosotros venimos de la proscripción porque no nos portábamos iguales, porque no éramos iguales al resto, a la mayoría. No queríamos comportarnos igual y tampoco queremos serlo. Nosotros reivindicamos la diversidad y desde ese lugar trabajamos con Ático. Aclaro que la única igualdad que efectivamente es digno motivo de lucha es la igualdad jurídica. Las otras igualdades serán objeto de lucha de otras instituciones, no la nuestra”, delimitó.
Suntheim recordó que la CHA y Ático comenzaron a relacionarse en el año 2004. “El proyecto era la escritura de un libro conjunto que se llama Adopción, la caída del prejuicio. El libro se publicó en 2005 pero los trabajos se iniciaron 9 meses antes y entre ellos Ático participó a través de un capítulo de Alfredo Grande. De ese libro queda haber sido un instrumento político de vanguardia. Hace 30 años yo tenía 18. En promedio, cuando Ático comenzó todos teníamos más o menos esa edad. Y es útil pensarlo así: hay gente que se nucleó para defender con orgullo un trabajo, intereses, y 30 años después seguimos celebrando”, destacó sobre sus labores tan ligados a los valores. “Vuelvo a decir que la coyuntura existencial del movimiento LGTBIQ parece una maravilla hoy en día pero hace 11 años, en 2005, eran discutidos todos nuestros derechos. Entonces, ese libro en el que Ático participó, el libro que defendía la adopción por parte de parejas del mismo sexo, en su época ilustró a los políticos y era un instrumento político. Muy pocas personas se atrevían a defender la adopción. En ese punto de gloria, en ese trabajo común iniciado está ese libro”, reconoció Suntheim.
Luego de la publicación del libro, explicó Suntheim, la relación entre las organizaciones se estrechó. “Ático participó en la pelea por el matrimonio igualitario con escritos. Alfredo estuvo leyendo algunos de ellos, estuvo en la Plaza también cuando los grupos católicos fueron a intentar sacarnos, le pareció encantadora la lucha a Alfredo y lo dijo: ‘Es una lucha hermosa’. Últimamente también Ático se comprometió con la CHA en un tema escabroso, que era tratar de demostrar que una niña trans de 5 años puede decir quién es desde su ser básico, qué desea ser, es el caso de Lulú, a quien el Estado le ha reconocido el documento nacional de identidad como una niña trans”, recordó. El activista de la CHA destacó que el acompañamiento de Ático no fue sólo terapéutico: “Ático participó de la lucha por el documento, de las salidas públicas. Había que poner el nombre de la institución diciendo que está de acuerdo con que una niña de cinco años se cambie el género. Hay que poner el cuerpo en esos momentos”.
Así, Suntheim mencionó que la coyuntura distinta al momento de la edición del libro y del acceso al documento de Luana intensifica el mérito de Ático en el trabajo realizado. “Esa es nuestra historia, una historia de confluencia en la pelea por las libertades aunque mi lenguaje suene extraño para el lenguaje al que estamos más acostumbrados, un poco más político, más político partidario. No voy a discutir con Alfredo de política, pero estoy acá representando a la CHA y tengo que decir que las libertades, las libertades sexuales es un punto de lucha común”, reconoció. Por último, el integrante de la CHA analizó: “Creo que hay ya pocos derechos que están faltando respecto de los reclamos de la comunidad gay lésbica, todavía queda lisa y llana la lucha entera por las libertades sexuales. En ese punto estamos como hace 32 años cuando fue fundada la CHA. Vinimos a compartir con orgullo estos 30 años y también con orgullo el día del trabajador”.

Centro Cultural La Toma, el esfuerzo por ser un colectivo de colectivos

“Podemos decir con orgullo que somos más de treinta instituciones y fundamentalmente actores sociales de todo el espectro de la ciudad de Rosario y la región que habitamos allí”, aseguró una integrante del grupo.
Luego, otra integrante de La Toma, un ex supermercado recuperado como espacio multisectorial, saludó a la cooperativa hermana: “El grupo nuestro se llama El puente, psicólogas en La Toma. Nosotros nos sumamos a este emprendimiento de los trabajadores intentando sostener su lugar de trabajo. Estamos trabajando desde 2002 allí. Como Puente, en un momento del grupo comenzamos a armar encuentros donde convocamos a distintos discursos, a gente que venía de las universidades, de gremios, etc. Así lo tuvimos a Alfredo en 2008. Así nos vinculamos con Ático”, recordó y mencionó: “Conocimos a Barbecho, a Pelota de Trapo, a EnRed, a la CHA. En la mesa inaugural se habló del sujeto, el lazo y el poder. Nosotras como grupo tenemos justamente esa búsqueda conceptual. El trabajador ante el desamparo. Algunos deciden empoderarse, construir otra cosa. Hoy en día la toma es un colectivo de colectivos. Somos más de 30 organizaciones que construimos colectivamente y podemos instalar prácticas, o intentamos porque hay una resistencia permanente, que reivindiquen el empoderamiento y el poder que busca transformar. Desde distintos lugares, eso nos aúna. Estamos orgullosas y contentas”, celebró.

Red Trashumante, un viaje hacia la autonomía

“Somos una organización nacional de educación popular autónoma y autogestiva. La Trashumante surgió en la provincia de San Luis en 1998. Había un grupo de educación popular llamado Sendas para la Educación Popular y surgió la idea de hacer un proyecto de extensión universitaria. Que la universidad saliera a los pueblos y llegara a los lugares donde no llega de la mano de la educación popular”, definió un integrante de la organización, que añadió que la idea fue consultada con Paulo Freire “y Paulo recomendó que se investigara sobre el tema del fatalismo y que se hablara poco y se escuchara mucho. Así salió la primera gira arriba de El Quirquincho, un colectivo. Quirquincho significa doblemente empecinado. Nosotros somos Trashumantes porque eso significa buscar los mejores humos y las mejores tierras y las mejores gentes y esa es la idea”, explicó. La metodología implicaba un aviso en el pueblo de la llegada de los talleres: “Todos podían participar y eran 2 días. El primero era el de la denuncia, estos talleres los seguimos haciendo, donde se trabajan los problemas que hay en el lugar o el país y el segundo día era el día del anuncio. Nosotros tiramos la pregunta de si creen que se puede cambiar el mundo. Nosotros estamos seguros de que sí y trabajamos a partir de los problemas para transformar nuestra realidad”, señaló y aseguró que ya recorrieron el país de punta a punta y en muchos casos dejaron semillas para transformar en organización que fueron conformando la Red.
Intervino, luego, otro integrante: “Cuando nació la red Trashumante empezamos a sentir la necesidad de encuentro regionales y nacionales. Con esos encuentros quisimos formando con todas las organizaciones y la gente que forma parte. Ahí es cuando con gente de alguno de los seminarios de formación que fueron de arte popular, poder popular, educación y comunicación, llegamos a Alfredo. Algo importante es que, habiendo pasado los años, las giras, los kilómetros, nace un sueño nuevo que fue en el 2003 junto al Movimiento Campesino de Santiago del Estero”, explicó. El sueño era que pudiera concretarse la fundación de una escuela de maestros campesinos: “Luego, en el 2010, va tomando otra forma y sentimos la necesidad de crear un espacio de educación autónoma. Son ciclos que pueden durar entre año y medio y dos años. Son procesos largos de formación política y pedagógica pensada para gente de los territorios. Así nace la educación popular, pensada para gente de los territorios”. El militante explicó que se acerca gente de distintos puntos del país. “Barrios, villas y campesinos, pueblos originarios, gente de países hermanos. Son talleres de 4 días que se dan cada cierto período de tiempo, donde vemos las dimensiones de la educación popular en las tres dimensiones que creemos: la ideológica, el primer encuentro, con historias, alegrías y dolores, desde dónde vemos el mundo. En el segundo encuentro pasamos a lo político: con quién nos vamos a juntar para cambiar el mundo. El tercero es lo metodológico: cómo lo vamos a cambiar. En el cuarto, definimos qué falta y vemos la dimensión actitudinal, que es muy importante para nosotros”, definió. “Es importante que no es sólo para adultos la escuela Trashumante, hay comisión de niños y jóvenes también. Es muy interesante considerarlos como sujetos políticos. Nos autogestionamos, creo que es importante destacarlo”, señaló.
La autogestión, según explicó otra integrante, es fundamentalmente a partir de sus peñas, que son emitidas por Radio La Retaguardia a partir del trabajo de la Red Nacional de Medios Alternativos en Córdoba. “La Peña Trashumante cumplió 10 años. Se hace dos veces al año en Córdoba y participa Rally Barrionuevo como principal artista y él nos ayuda a convocar a otros artistas populares. Es una fiesta muy importante que nos permite financiar nuestros proyectos con la gente de los barrios, que se pueda viajar y que se le dé participación a otros proyectos que no son nuestros”, contó.
Para este año, la Red Trashumante proyecta crear dos nuevas escuelitas, una en Córdoba y otra en Santa Fe. “Es un desafío para seguir multiplicando con estos encuentros diversos. Multiplicar estas luchas y conocernos desde los distintos territorios. Tenemos un libro que escribió el sociólogo fundador ‘Tato’ Iglesias llamado Un viaje hacia la autonomía. Es un recorrido sobre los conceptos y procesos de educación popular en Argentina. También vendrá Tato a Buenos Aires a presentar el libro, así que estaremos anunciando la actividad”, invitaron.
Finalmente, Iglesias, el impulsor inicial de la Trashumante, envió un mensaje grabado en video que se reprodujo en el lugar: “Queridos amigos y amigas de Ático, querido Alfredo, no pude organizarme para estar hoy allí pero estoy seguro de que estoy muy bien representado por los niños y niñas que los van a acompañar en el hotel Bauen. Todos nosotros nos hemos caracterizado por ser soñadores y rebeldes. A mí siempre me gustó contrastar los sueños con la realidad. Sueños y realidad son una pareja dialéctica fundamental. Si los sueños están, siempre estamos queriendo transformar la realidad, el mundo. Eso nos pertenece intrínsecamente”, destacó y echó por tierra el escepticismo con respecto a la militancia: “No tienen que cambiar los sueños sino la realidad. Hoy está muy compleja, quizás más que nunca por todo lo que ha pasado en el país, pero nosotros somos pequeños sembradores. Parece que hay que seguir pensando en la gran revolución pero mientras ir sembrando, enlazándonos, haciendo redes, es un poco este destino que nos está juntando. Les quiero mandar un abrazo a todos y uno muy especial a Alfredo Grande, que es una persona muy importante para esto que hablamos. Nos ha acompañado generosamente dos o tres veces para ayudarnos a pensar y reflexionar. Es un viejito medio cascarrabias por ahí pero una persona hermosa”, bromeó Tato, una figura muy respetada por Grande.

Laura Taffetani – Agencia Pelota de Trapo: “No hay diez caminos para llegar a la igualdad”

“La Agencia Pelota de Trapo tiene 38 años. Tenemos una historia antes de Alfredo, después de Alfredo y luego con Ático. La historia de Alberto Morlachetti muchos la conocen, tuvo que ver con quitar el tema de niñez de los ámbitos de minoridad o más tradicionales para darles una dimensión política. No es casual, es un compañero que viene de la década del setenta y que, en todo ese período de la dictadura y posterior democracia, fue parte del movimiento de organizaciones sociales que en territorio fueron armando resistencias tratando de entretejer un poquito el desastre que era”, relató Taffetani sobre el fundador de su organización. La militante se diferenció de las ONG y aseguró que es un concepto que se introdujo en los años ´’90: “Somos organizaciones populares de resistencia y liberación. Alberto tuvo la virtud de reconocer en los niños su rol de sujeto político. En los ’90 había muchas ONG, lo digo con respeto porque sé que muchas ONG hacen cosas buenas pero no eran las que veíamos. Capacitaban, formaban, pero a los pibes no les daban respuestas. Tenían mucho dinero para esto y el tema era que los pibes estaban en la calle y necesitaban donde vivir, un brazo. Se empezaron a pensar alternativas que tenía que ver con opciones de vida y Alberto fue uno de los impulsores”, explicó. Así, destacó Taffetani, comenzaron a vivir con los chicos y a ofrecer respuestas: “Muchos de nosotros nacimos a partir de los no, lo que no queríamos. Nació Casa de los Niños con una respuesta integral cuando en aquel momento no existía la integralidad, piensen en los ’80. Se trabajaba el tema previo, que los chicos no terminen en la calle. La idea del hogar era contraria al instituto de menores. Nosotros vivíamos con los pibes, era en libertad, no aceptábamos derivaciones de jueces y de nada que no fuera el vínculo. Después nació Los chicos crecieron, la escuela gráfica, la escuela de panadería”, contó.
“Ahí pensamos que más allá de que nosotros podemos armar muchas estructuras y pensar en el país que queremos, también hay que pelear por los otros pibes, los que no están en las organizaciones. Así nace el Movimiento Nacional Chicos del Pueblo en 1987, con la idea de pelear con un protagonismo de los pibes como sujetos políticos. Hubo marchas heroicas de La Plata a Buenos Aires donde los pibes pelearon por una política pública que después cristalizó en la asignación, que no fue lo que queríamos”, aclaró. Taffetani destacó que los jóvenes tomaron la bandera, “lucharon y hoy tenemos políticas públicas y programas que son producto de la movilización. En 1997 dijimos en el movimiento que detrás de cada chico hay un padre desocupado. Por eso nos unimos a la CTA en 1997, luego ya todos saben lo que sucedió”, recordó en referencia a la entrada y salida de la Central de Trabajadores Argentinos.
“A Alfredo lo conocimos después de nuestra campaña El Hambre es un Crimen, lanzada después de los atentados que vivimos. Vivimos ocho secuestros y tres atentados por la campaña durante el gobierno anterior. Lo digo porque esto es algo que en algún momento vamos a tener que discutir, fue parte de esto… Con Alfredo siempre contábamos toda la cuestión heroica vivida y pensábamos ¿cómo no nos conocimos antes?. Alfredo tuvo la virtud de bancarnos”, reconoció y luego bromeó: “Encima a nosotros, que somos insoportables, porque Pelota de Trapo tiene su parte insoportable, Alberto era una persona difícil. Alfredo podía comprendernos más allá de todo y además nos conoció en una etapa difícil, ya no era el momento de auge sino el tiempo posterior a los atentados”.
Taffetani explicó que nunca les fue fácil tratar cuestiones de salud mental: “Nuestra psicóloga es la presidenta de la fundación actualmente y que está en la cocina porque ella dice que el lugar donde se maneja una casa es en la cocina. Así que cocina todos los días para 200 pibes. Los otros psicólogos y psicólogas que pasaron por la institución mucho no nos han bancado. Fue un encuentro maravilloso en serio, no fue fácil. Fue muy rico el aporte de Alfredo en la agencia de noticias porque le encontró el costado de humor a nuestras denuncias tan terribles, la ironía”. Así, explicó, Ático se introdujo en su cotidianeidad: “Ahora estamos en una apuesta mayor. Como no logramos que se muden de Colegiales a Avellaneda, empezamos mandándoles dos madres de esas inolvidables y algún que otro de los chicos, también, complejo. Esas madres del Conurbano, fuertes. Estamos haciendo un ‘Atiquito’ en Avellaneda, les hemos dispuesto una de nuestras mejores casas, no se pueden quejar. Quizás el mes que viene o este mes ya puedan iniciar Ático en su mini-sucursal en Avellaneda. También me recuerdan aquí que el libro de Ático fue impreso en nuestra gráfica”.
Taffetani aclaró que no son fáciles las construcciones entre organizaciones, “pero son muy necesarias en estos momentos y lo serán siempre mientras vivamos en este capitalismo y mientras haya poblaciones excluidas que nunca debimos ni debemos olvidar. Son construcciones difíciles pero cuando las armamos de este modo son sólidas”.
La integrante de Agencia Pelota de Trapo continuó emocionada: “Queda mucho para hacer. No resignarse. Lo que más nos une a los que estamos acá es que no los vamos a dejar. Es importante pelear por un mundo distinto y sigue siendo válido recuperar ese sentido. Como dije en la primera mesa, recuperar el sentido del largo plazo, de la historia construida en generaciones y nosotros somos una parte. Si hay algo que nos está diciendo este mundo es que ya no da para media tinta, no tenemos que seguir dando vueltas y haciéndonos los ruleros con cosas que no sirven”. Para Taffetani, los tiempos que corren son duros hasta en términos simbólicos. “Es momento de decir basta y de decir que no hay diez caminos para llegar a la igualdad, no hay veinte caminos, no es cierto. Una sociedad de iguales y quiero recuperar el concepto de igualdad antiguo, todo está relativo, me refiero a que cada ser humano que nace en esta tierra merece una vida digna. De esa igualdad hablo”, sentenció. “No hay vueltas ni corredores. Hay un solo camino que es pelear por la dignidad de cada hombre y cada mujer de esta tierra. Podemos no saber cómo o de qué forma, tenemos que ver la construcción de esa sociedad, de ese hombre o mujer, niño o niña nuevos, pero sí tenemos que tener la decisión y dejarnos de joder: el hombre y la mujer merecen una vida digna. Basta de seguir con falsedades e historias que nos han hecho tanto mal y tan infelices. Por eso celebro este encuentro”, cerró su intervención, aún emocionada, en una jornada cargada de experiencias en común.

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