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Alberto Santillán: “No nos van a barrer, no somos invisibles”

Escrito por el junio 30, 2016


Lo afirmó Alberto Santillán, papá de Darío, en referencia a la represión ocurrida el 26 de junio de 2002 donde fueron asesinados los piqueteros Kosteki y Santillán. Dialogó sobre logros y cuentas pendientes de la lucha, recordó al kirchnerismo y planteó sus consideraciones sobre ese gobierno y el actual. Por otra parte, esgrimió sus argumentos para defender el método del escrache como válido, sobre todo en un caso en el que se mantienen impunes tantas responsabilidades intelectuales. El intercambio fue por Radio La Retaguardia con el programa Sueños Posibles, con Alfredo Grande e Irene Antinori. (Por La Retaguardia)

“Yo, como padre de Darío, y el Frente Popular Darío Santillán, llevamos una larga lucha de 14 años en la búsqueda de la justicia y jamás hubo una voluntad política ni judicial de llevar adelante lo que nosotros venimos señalando, que son las responsabilidades intelectuales. El kirchnerismo y el macrismo jamás han tenido la voluntad de llevar adelante esto. El kirchnerismo ha sido una gran mentira, sobre todo Néstor con las promesas falsas que me hizo. Por eso siempre digo que él me había prometido investigar hasta las últimas consecuencias y por no haber cumplido con sus promesas, para mí, como padre, lo digo personalmente, termina siendo cómplice del asesino de Duhalde”, sentenció Santillán.
Destacó, sin embargo, que hay muchos logros que reivindicar: “Aunque parezcan mínimas, sí. Nos tenemos que refugiar en aquello que hemos conseguido: la prisión perpetua para Franciotti y Acosta, el cambio de nombre de la estación -antes Avellaneda, hoy Darío Santillán y Maximiliano Kosteki-, el hecho de que Duhalde y Solá sean cadáveres políticos. Si bien el 26 se grita que el puente es nuestro, yo recalco que no es solamente el puente sino también las calles. Con las calles, la protesta y nuestros abogados que trabajan en Tribunales, fue lo que hemos conseguido poniendo el pecho y bancando la que venga”. Santillán recordó que también consiguieron desarchivar la causa que había cajoneado el juez Lijo: “Trabajando con APDH logramos reabrirla en 2014. A partir de ahí hemos presentado testimonios. Uno de los más importantes fue el del ex intendente Laborde, quien dijo que aquel 26 lo amenazó Juan José Álvarez, le dijo que se calle la boca y no diga nada. También lo hizo el jefe de Gendarmería. En estas cosas hemos avanzado, y lo importante es que estamos en pie y seguimos peleando”·.
En materia judicial, también fue central el aporte de Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo de Línea Fundadora: “Ella el mismo 26 habló desde la casa de Madres con Solá y él le dijo: ‘Quédese tranquila, Nora, que es una guerra entre pobres, se están matando entre ellos’. Hay muchos elementos para que la justicia investigue el hilo que llega allá arriba. No me creo esto de que a Franciotti se le soltó la cadena, como quieren hacer creer, acá hay claramente una orden del Estado nacional y provincial. Hay que reconocer que se cae la gran mentira que había pergeñado el Estado en base a las fotos de Sergio El Ruso Kowalewsky. Esas fotos fueron fundamentales para desenmascarar al gobierno de Duhalde, por eso se tuvo que ir antes”, recordó Santillán.
El papá de Darío aseguró que “algunos responsables intelectuales son personajes que siguen presentándose como si fueran una garantía de la democracia, siempre amparados por la justicia que no los ha juzgado porque está totalmente digitada. Aquí hay algo que nos queda más que claro y es que si queremos lograr algo será en base a la presión que podemos meter desde la calle. Esta fecha, el 25 y 26, demuestra que no somos invisibles, que tenemos pelotas y ovarios bien grandes como para llegar adonde sea. Nos tratan de violentos como la otra vez en el escrache que hicimos a Solá, estamos haciendo escraches porque una docena de compañeros y compañeras tuvieron que ir a decirle a Solá lo que la justicia no hace: que es un asesino”, aseguró. Para Santillán, el método tiene validez: “Nos presentamos, plantamos y le gritamos que nos debe un hijo, un hermano y compañero. Él es uno de los intelectuales y asesinos que pergeñó la muerte de mi hijo y de Maxi y nos calificaron a nosotros de violentos. Si creen que somos violentos, lo seremos, pero ellos son asesinos. Nosotros tenemos que ir y señalarlos, no dejarlos caminar tranquilos. Que no caminen tranquilos, seguirán los escraches y los cortes porque no es justa la muerte de mi hijo, de Maxi y de los pibes en los barrios. No son Darío y Maxi, antes hubo 30.000 desaparecidos, cuántos compañeros caídos, y después, en esta democracia, Darío y Maxi. Uno se pregunta, ¿estamos en democracia? ¿Cuántos miles de asesinatos hubo después de Darío y Maxi?”, interrogó.
Sobre las acusaciones por la violencia, Santillán consideró que a veces es necesaria como defensa y que hoy es “monopolio del Estado, en la represión a los compañeros en Ushuaia, en Comodoro Rivadavia, Santiago del Estero, Salta, acá mismo en Capital, Gran Buenos Aires. Son cosas que en los grandes medios no aparecen, como si no pasara nada, si estuviera todo bien. Me llama terriblemente la atención que desde que asumió este gobierno de derecha recalcitrante cuántos miles y miles de compañeros se han quedado sin trabajo y sin la posibilidad de llevar el pan a sus casas. Lo que me pregunto es qué estamos esperando, por qué somos tan mansos que no salimos a las calles. Tiene que ser algo multitudinario, todos sabemos que los compañeros que pierden el trabajo después la tienen muy difícil para insertarse en el circuito laboral porque no hay trabajo, eso es una gran mentira, y hasta te quitan la posibilidad de poner un mantel en cualquier vereda para llevar unos pesos a tu casa”, denunció en relación a la política con los vendedores ambulantes. Santillán planteó que hay que exigir derechos ya: “Es terrible la pasividad que a veces tenemos, porque soportamos tanto sabiendo que claramente está gobernando para los poderosos y para ellos es todo y sin embargo el hilo como siempre se quita por lo más delgado, por el trabajador que más sufre y la gente que menos tiene. Se les mete la mano en el bolsillo a los que menos tienen, hay que romper con eso”.
El papá de Darío se refirió a otra fecha central del período de crisis, el 19 y 20 de diciembre: “Yo fui cuando dieron el veredicto  y me llamó la atención que realmente estaban los familiares solos y encima tenés que comerte los tres y cuatro años que le dieron a Mathov y Santos cuando fueron dos de los principales responsables de la represión que se llevó adelante en esas jornadas. Yo hago una autocrítica, porque yo no acompañé a los familiares, yo usé el último día para estar ahí y desde algún lugar apoyar con mi hijo Leo pero realmente no había acompañamiento y cuando se da el veredicto las familias estaban solas”, lamentó. Además, contó, los abogados de las defensas se burlaron de las víctimas. “Si no hay un acompañamiento, lo hemos vivido en tantos casos que seguimos o nos han seguido en causas armadas en las que han salido libres sólo gracias a la organización, a la movilización de distintas asociaciones. Sí han estado varias veces Norita Cortiñas, Elia Espen, Vicente Zito Lema -ese hombre que admiro tanto-. Cuando se mete presión y la gente afuera tiene una carga de lucha en su mochila, los jueces tienen mucho cuidado. Esta vez, lamentablemente, los familiares estaban solos y yo me sentí muy culpable, porque el 19 y 20 no es una fecha más. Es algo que marcó nuestra historia. Con respecto a lo que se suele señalar sobre los cortes y el libre tránsito, considero que más allá del derecho de transitar libremente hay otras que están por encima: el derecho al trabajo digno, a la vida digna, a llegar a tu casa con el pan para tus hijos”, concluyó Santillán en la entrevista, mucho más sereno que en el discurso que dio en el acto del Puente, donde habló conmocionado.
“Seguimos diciendo que todo esto que pasa acá y lo que hacemos cada año sigue significando que las vidas de Darío y Maxi no quedan en el olvido. Significa una conciencia distinta, que la juventud puede cambiar, que tiene que cambiar. Acá, los que tenemos que pelear somos nosotros. Todo lo que hemos conseguido en la justicia fue porque nosotros, como querellantes, tuvimos que trabajar más que ellos”, aseguró en la actividad. “Lo más importante es que no nos olvidamos cómo Darío y Maxi vivieron y por eso dejamos las diferencias y estamos acá de un lado y esto se sigue multiplicando. No nos van a barrer, no somos invisibles”. Santillán recordó que la familia también necesita ser acompañada en cada convocatoria a los tribunales de Comodoro Py para acompañar el desarrollo de la causa que investiga las responsabilidades políticas.

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