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Aún no se diluyen las dudas sobre la (posible) muerte del genocida Vildoza en Sudráfica

Escrito por el junio 23, 2017


Continúan las dudas acerca de la presunta muerte del ex capitán de navío y jefe del grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada, Jorge Raúl Vildoza. En octubre del año pasado, bajo el pseudónimo de Roberto Sedano, la Interpol declaró muerto a Vildoza en Sudáfrica, pero las incertidumbres siguieron. Ante la insistencia del juzgado federal de Sergio Torres, a cargo de la instrucción de la Megacausa ESMA, un perito de la Policía Federal viajó a Sudáfrica a constatar el hecho y se encontró con que el certificado de defunción es falso. Carlos Viñas, hermano de Cecilia, desaparecida en ESMA y tío de Javier Penino Viñas, que recuperó su identidad tras ser apropiado por Vildoza, participó del programa Oral y Público, junto a Fernando Tebele y Víctor Basterra. (Por La Retaguardia)

Foto: La búsqueda del ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación

Jorge Raúl Vildoza fue uno de los personajes más nefastos y poderosos dentro de la Escuela de Mecánica de la Armada. En el año 1986, huyó del país junto a su esposa Ana María Grimaldos, llevando apropiado al hijo de Cecilia Viñas, nacido en el cautiverio de la ESMA en septiembre de 1977. Su fuga terminó en Sudáfrica donde tomaron la identidad de otras personas, Roberto Sedano y Ana María Medina; al niño le impusieron la identidad de Julio César Sedano; en realidad era Javier Gonzalo Penino Viñas.
Grimaldos fue detenida en 2012 y allí presentó el acta de defunción de su marido, que había sido cremado, según dijo. Durante el juicio, Grimaldos confesó la apropiación del hijo de Cecilia y así Javier Gonzalo Penino Viñas recuperó su identidad. Lo que nunca quedó claro fue la supuesta muerte de Vildoza. En octubre de 2016, Interpol le informó al juez Torres que las huellas dactilares de Sedano coincidían con las de Vildoza. Desde la Justicia argentina intentaron constatar la información con el Estado sudafricano, pero no hubo respuesta. Recién en mayo de este año, cuando uno de los expertos en pericias papiloscópicas viajó al continente africano, pudo averiguarse que la partida de defunción de Sedano/Vildoza era falsa. Aun continúan las dudas acerca de si el represor está vivo o muerto.
Carlos Viñas habló con Oral y Público, por Radio La Retaguardia, y dio su punto de vista sobre esta historia: “Todo lo que venga de parte de esta gente es para dudarlo. Mucho más aún cuando la misma Justicia lo dudó. Era clarito de que no se podía verificar (la muerte). Presentaron una partida de defunción a nombre de un tipo que se llamaba Roberto Sedano, el pseudónimo que él (Vildoza) tomó como propio y con el que se convirtió en ciudadano sudafricano con la ayuda de la embajada argentina en la época de la dictadura. Esto lo manejábamos después de haber encontrado y verificado que Javier Gonzalo Penino Viñas era nuestro sobrino. Se había hecho los análisis. Toda la vida de mi sobrino fue basada en una mentira. Una mentira sobre otra mentira y sobre otra. Presentaron una partida de fallecimiento hecha en una funeraria privada, sin ningún tipo de reconocimiento piloscópico ni nada, donde decía que el cuerpo había sido cremado y que lo único que tenían era las cenizas. Ni los antropólogos forenses del EAAF (Equipo Argentino de Antropología Forense) son capaces identificar ADN de una ceniza. Tanto la doctora (María) Servini de Cubría como Sergio Torres y todos los jueces por los que pasó esto, dudaban del tema”, explicó Viñas.
Viñas entiende que la muerte de Vildoza fue una puesta en escena desde que apresaron a su esposa, pero reconoce que la vida o muerte del ex marino le es intrascendente porque lo verdaderamente importante fue recuperar la identidad de Javier Penino Viñas: “Cuando yo hablé con el oficial del juzgado que había ido a detenerla a Grimaldos, ella mostraba una foto, una flor que tenía un símbolo ‘x’. Y decía: ‘Él no quería que lo detuvieran y murió en libertad. Nunca permitió que lo humillaran’. Evidentemente, por lo que surge ahora en el peritaje, era parte del escenario armado. A esta altura, mi sobrino ya sabe quién es. Es un ser adulto que tiene dos hijos, una familia que vive en el exterior. A la apropiadora por robar un chico, sacarlo del país, falsificarle documentos públicos varias veces y mantenerse prófuga 24 años, le dieron 6 años (de prisión) domiciliaria… Tenemos la tranquilidad de que mi sobrino sepa que todo lo que nosotros decíamos era verdad. Él hoy reconoce a sus padres y está orgulloso de ellos. Esto es un mérito o así lo expresa. Para nosotros, en este momento, si Vildoza está vivo o está muerto ya es intrascendente. Yo calculo que eso fue un montaje y es probable que después haya muerto o se haya enfermado. Ya era un tipo deteriorado con ochenta y pico de años. Evidentemente, no me preocupa” aseguró Viñas en conversación con Fernando Tebele y Víctor Basterra. Si viviera, Vildoza tendría hoy 87 años.
Carlos Viñas fue muy crítico con las políticas de derechos humanos del actual gobierno macrista como así también con algunas medidas económicas y sociales: “Sí me preocupan más las cosas que están pasando ahora: cuál es la política de derechos humanos del Gobierno, que de repente uno esté viendo un programa por televisión o escuchando un programa por radio y que sea interferido cuando uno dice algo que no corresponde; yo recién estaba mirando el programa de (Gustavo) Silvestre y cada vez que hablaba uno para decir algo que no era conveniente para el Gobierno la pantalla se ponía negra. Cuando hablan los oficialistas curiosamente se escucha lo que dicen. Esas son las cosas que preocupan. Esto que pasó con el 2×1, que por más que ellos hagan para adelante y para atrás en ese pase de ida y vuelta siempre se quedan con algo. Es un mecanismo de negociación, como son todos CEO’s la tienen clara. Como van achicando el presupuesto de derechos humanos y el presupuesto para la defensa de las mujeres, ahora meten mano en las pensiones de la gente con discapacidad. Ahora ellos pueden volver atrás, pero el presidente diciendo que un tipo con síndrome de Down puede trabajar y hacerse rico… éstas son las cosas que a uno le preocupan, las nuevas violaciones de derechos humanos: que la policía entre a las universidades, que se preparen como guerreros romanos para ir a reprimir a la gente. Han traído unos aparatos que cuando uno lo ve le agarran escalofríos”. Viñas se entusiasmo con un encuentro de organismos de derechos humanos cercanos al kirchnerismo que se realizó en la Universidad de Avellaneda el fin de semana pasado: “Eso seguramente la prensa canalla lo va a ocultar. Se va a hablar de los juicios de lesa humanidad. Hoy los abogados defensores de los derechos humanos están trabajando a pulmón y poniendo plata de su bolsillo, están abandonados a la mano de Dios”, expresó.

De genocida a empresario millonario

Vildoza, además de un satánico con una frialdad espeluznante, fue un alto mando en la ESMA desde donde inició sus negociados millonarios, probablemente con parte del botín económico que se generó en ese lugar robándole desde muebles hasta inmuebles a los secuestrados. Tuvo casinos en el sur del país y fue uno de los encargados de comprar armamento en el extranjero, junto a otros genocidas: “Logramos que el abogado de Vildoza hiciera una denuncia por el tema de los casinos y las entradas y salidas de Vildoza a la Argentina durante toda la década del ’90. Esto se denunció en la UIF y fue a parar en el juzgado, en ese momento, de Oyarbide. Se le bloquearon las cuentas a la empresa American Data, una empresa de importación de máquinas tragamonedas que empieza cuando Vildoza estaba en Paraguay. (Adolfo) Scilingo fue el único arrepentido que declaró sobre los vuelos de la muerte y todo esto. Un tipo que no pudo sobrellevar la carga de tirar gente viva al río y al mar. Decía que Vildoza se había apropiado de 60 millones de dólares cuando estaba en la embajada argentina en Londres. Estaba encargado de comprar armas. Había un crédito de la banca europea a Argentina y parece que todo eso había desaparecido. Seguramente no solo, porque sabemos los negocios de (Emilio Eduardo) Massera y sus secuaces. Los tipos tenían una parte dedicada a inmobiliaria, otra parte dedicada a todo lo que eran casinos, juegos, bingo y también a cuestiones agrícolas. Hay casos famosos de tipos que no tenían nada que ver con la política ni con la subversión que desaparecieron y después los campos de ellos aparecieron a nombre de los hijos de Massera” contó Viñas.

El aporte de Víctor Basterra

Basterra logró recopilar una serie importante de documentos y fotografías durante su reclusión en la ESMA, donde se vio forzado a realizar trabajo esclavo para los represores. En esta emisión de Oral y Público, el sobreviviente relató cómo llevó adelante el reconocimiento de Vildoza y quién era este nefasto personaje dentro de la ESMA: “En el año ’85 me encontré con un comisario de la Policía Federal, (“César”) Tejerina. Yo iba para Abuelas para encontrarme con tu mamá (la de Carlos Viñas) y después hacer el reconocimiento de Vildoza que salía del Centro Piloto de París. El reconocimiento se hizo en la casa de Magdalena Ruiz Guiñazú porque era la única que tenía una videocasetera. En ESMA, a Vildoza le decían Gastón. Era conocido. Le hice algún documento para la hija o para la mujer, esas cosas truchas que se hacían, con las que viajaba a Sudáfrica. Ahí me quedó claro como era el manejo de toda la diversificación de las economías que manejaban estos tipos, entre ellas el tema de armas. Ahí estaba muy metido (Diego) Palleros, (Horacio Pedro) Estrada y Vildoza”, expresó Basterra. Palleros y Estrada participaron además del tráfico de armas a Ecuador, por el que fue condenado el presidente Carlos Menem.
Viñas respondió con preocupación por los sectores de poder que hoy influyen en el Gobierno y realizó un paralelismo con la dictadura militar: “Coincido con Víctor. Los que le pagaban a los Vildoza, a los Cavallo y a toda esa gente, son justamente los empresarios de esas empresas manchadas con sangre que hoy tenemos en el poder. Esto es lo preocupante. Es importante difundirlo, si no, lo que no se juzga y se resuelve, vuelve a suceder. No queremos que vuelva a suceder. Depende un poco de nosotros qué es lo que vamos a hacer en este año para parar el neoliberalismo. El ajuste que están dando va a ir en base a represión, hoy respaldada por un Gobierno que fue votado, y antes respaldada por una dictadura, pero siempre en el mismo sentido. No se puede hacer el ajuste y hacer morir de hambre a la gente sin esperar que la gente reaccione y sin reprimir a la gente para disciplinarla. Eso es lo dramático” dijo.
Además, insistió en que lo importante no es la vida o muerte de Vildoza sino la verdad sobre su sobrino. Por último, agradeció la histórica labor de Basterra para lograr juzgar a los genocidas: “Hoy Vildoza es un número para el poder económico. Para ellos no tiene importancia si está o no está. Para mi dejó de tenerla el día que pudimos juzgar a la mujer de Vildoza y mi sobrino escuchó toda la historia. Yo saludo que haya en la justicia quien se preocupa por saber y por querer cerrar, como el caso de Sergio Torres que mandó un perito a Sudáfrica a destapar una vez más las mentiras. Teniendo casos como el de Víctor, que lo vivió en carne propia, se jugó, sacó fotos e imágenes. Sin él nos hubiera costado mucho reconstruir, porque lamentablemente la mayoría de los compañeros desaparecieron. Yo sé que Víctor es un tipo que tiene que quedar en la historia porque la pasó muy dura” cerró Viñas, conmovido.
“Como está el tema de Marta Sosa, está el tema de Julio López, también está el tema de Cecilia. Cecilia y un grupo de quince personas aproximadamente. Ella decía nos trasladan, decía me enfermé y nos llevaban a la enfermería. Hubo un grupo de personas sobrevivientes que nunca más supimos qué fue lo que pasó. Fueron los primeros desaparecidos de la democracia. No queremos más muertos ni más desaparecidos”, dijo al final Viñas.

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