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Medio oriente: claves para comprender los principales conflictos

Escrito por el junio 2, 2017



Ezequiel Kopel es periodista especializado en la históricamente convulsionada región, y escribió un trabajo llamado El Nacimiento del Medio Oriente Moderno. El mapa empieza a principios de siglo con la distribución del Imperio Otomano, y en diálogo con Ángel Fernández Schejtman en el programa América Resiste, Kopel aportó datos centrales para comprender los conflictos imperantes. (Por La Retaguardia)


Siria

“El mapa moderno actual de Siria era parte de un territorio del Imperio Otomano. Cuando éste se disolvió hubo un pacto secreto entre Inglaterra y Francia para divirse y Siria cae en la órbita de la influencia francesa. Lo que se intentó allí fue movilizar un tipo de nacionalismo árabe. Siria no es una nación muy laica. Prácticamente en esa zona el laicismo no existe. Recordemos que a Sadam Husein se lo llamaba un líder laico y en 1991 mandó escribir un corán con sangre en una mezquita. También puso en la bandera de Irak ‘Alá es el más grande'”, introdujo Kopel sobre la mirada religiosa del país. “Si lo pensamos en términos de actualidad, podríamos pensar que Siria es uno de los países más laicos. Esto tiene que ver con el último golpe militar allí que impuso un régimen más secular. También recordemos que en la Constitución siria está establecido que el presidente debe creer en el Islam. Si lo comparamos con Arabia Saudita o Irán, sí, son más laicos. Pero es una imagen que da relacionada a que la familia que gobierna Siria desde hace cuarenta años tiene una vida menos religiosa que el grueso de la población”, comparó.
Sobre Las Alturas del Golan, territorio en disputa, señaló: “Es un territorio sirio ocupado por Israel. No hay dudas. No está en las noticias de todos los días porque la población siria que vive allí se ha adaptado al dominio israelí, no protesta tanto”.

Irak

Para dar marco teórico, adentrándose en las creencias musulmanas, Kopel explicó: “Entre Sunitas y Chiitas la diferencia es entre sucesores. Los sunitas creen que el sucesor de Mahoma puede ser cualquier persona de su familia y hay tres califas después de Mahoma. Los chiitas creen que no, que tiene que ser una persona sanguínea, el esposo de su hija. Los sunitas son el 80% de los musulmanes del mundo y los chiítas deben ser el 20%. Los chiítas piensan que mediante la fuerza y la violencia les robaron linaje. Hay una narrativa asociada a cada corriente ligada al sufrimiento, al robo de los líderes del Islam”, definió. “Irak es un país de mayoría chiitas y tiene una gran población de kurdos que no son sunitas y sunitas. Cuando Estados Unidos invadió Irak con la excusa de las armas se decidió alterar el factor el poder para garantizar la dominación de los chiítas. De un día para el otro, cualquier persona que pertenecía al partido Baaz perdía su trabajo. Toda esta gente, con el tiempo, terminó encontrando en ISIS su última línea de defensa, un grupo sunita radical frente a una mayoría chiita que después de años de opresión, cometió masacres”, advirtió Kopel sobre el cambio de roles de opresores y oprimidos.
“ISIS fue parte de Al Qaeda. El primer nombre de ISIS fue Al Qaeda en Irak en el 2006. ISIS siempre fue la rama más violenta y sanguinaria de Al Qaeda, que decidía atacar a otros musulmanes, cosas que Al Qaeda siempre trató de evitar. Es una mezcla entre una tendencia religiosa yihadista y muchísimos oficiales del Ejército de Sadam Husein que encontraron su última línea de protección en este grupo”, analizó sobre las adhesiones que cosecha la organización terrorista.
“Más que buscar respuestas grandilocuentes donde están el petróleo, los conductos de gas, que suman, pero hay un factor muy ligado a la estructura de las sociedades allí y no tanto a la distancia. Se trata de un grupo que perdió poder y con las necesidades de estos países. Entre chiitas y sunitas hay un odio milenario y está muy presente. Cuando los chiítas tomaron el poder después de siglos de estar oprimidos en Irak lo usaron de la misma manera que los chiitas antes: matando gente, oprimiendo, sacándole el trabajo, etc”, contó.

Israel y Palestina

Kopel avanzó en definiciones: “Israel es un país formado, un Estado que se formó después de 1948. De acuerdo al plan de las Naciones Unidas, al lado tenía que formarse un Estado nacional árabe que no se formó. Eso sería un tema para analizar los porqués. Lo israelíes expulsaron a los árabes que vivían en los territorios que correspondían a Israel según la ONU. Pasaron 19 años e Israel conquistó los territorios antiguos bíblicos de Israel, porque cuando Naciones Unidas le dio territorio no son los territorios bíblicos, los gana a la fuerza en una conquista en la Guerra de los Seis Días. Desde hace cuarenta años está ocupando y colonizando territorios que no le corresponden”, aseveró. “Internacionalmente, porque Naciones Unidas se lo dio a un Estado árabe y también porque hay otra nación que no es judía, es árabe palestina. No creo que cualquier pueblo necesite tener una administración burocrática para conformarse luego como país. En la década del treinta hubo una revuelta palestina ante la inmigración judía que fue reprimida por los ingleses. Cuando llegó 1948, el movimiento nacional palestino estaba prácticamente destruido”, recordó.
“La Organización para la Liberación Palestina (OLP) es un paraguas de diferentes partidos políticos. Hay otros movimientos islámicos nacionales que no son ISIS aunque tengan una ideología bastante religiosa y son sunitas. Hamas es un movimiento de resistencia palestino formado a contrapeso de la OLP, Israel lo ayudó mucho a desarrollarse en la década del ’80 como balance de poder de la OLP. Pensaron que con los religiosos del Hamas terminaría ganando Israel, pero para la propia mirada israelí le dieron fuego a un Aladino que terminó siendo peor”, consideró Kopel sobre la estrategia ‘el enemigo de mi enemigo, es mi amigo’.
“En el caso de Israel, pensemos lo siguiente: el israelí es nacionalista por excelencia. Para mal y para bien. Es una sociedad complicada, muy pujante, que avanzó muchísimo en los últimos sesenta años pero a costa también de algunas acciones no muy santas como la ocupación de Palestina. A pesar de que los mismos israelíes lo quieran borrar, yo viví muchos años en Israel, la ocupación también es económica. Es una forma de llenar todo Palestina de productos israelíes, mano de obra barata, menos impuestos para empresas que quieran apostarse allí. Si uno va al sur de Israel, está construido por palestinos. Es una sociedad que avanza mucho, está primera en el mundo en desarrollos genéticos y pone una dictadura militar contra los palestinos. Trata de justificarla en la opinión pública en el mundo con miles de excusas mágicas o religiosas diciendo ‘este territorio nos corresponde porque está escrito en la biblia hace seis mil años’. Es complicado. Viven en guerra desde que se crearon, pero también viven así todos los demás territorios de la zona”, advirtió sobre la posición ‘fácil’ de justificación de Israel. “La idea de oposición no puede soslayar a la característica principal del nacionalismo: cualquier opositor es un enemigo. Es un país que tiene sesenta años de existencia y cincuenta de ocupación. Si alguien piensa que eso no puede calar en la psiquis del ciudadano medio, está viendo mal la foto. Todas las personas que van al Ejército, todos los jóvenes, van a territorios ocupados palestinos a funcionar como policía. La discriminación de los judíos de Europa contra los judíos de Oriente es real. Siempre los vieron como la resaca, los que no hicieron el Estado, los que Israel importó cuando se creó la nación”, definió Kopel sobre los enfrentamientos simbólicos internos.

Configuraciones actuales

En este aspecto, Kopel ofreció una breve postal: “Arabia Saudita, Israel y Estados Unidos en una alianza a flor de piel. Arabia Saudita compra 110 mil millones de dólares en armas, podríamos considerarlo sin lugar a dudas como un fundamentalista islámico que no es enemigo de nadie porque tiene mucho dinero. En relación a las discriminaciones, a cada uno le cabe lo suyo. Los israelíes odian a los árabes, pero tampoco son muy queridos entre éstos. Claro que no han hecho mucho para que los quieran con la ocupación de los palestinos. Hay muchos religiosos que ven a los judíos o cristianos como ciudadanos de segundo orden. Y que un país con ciudadanos de segundo orden hay logrado constituirse y siga sobreviviendo a pesar de todos los problemas, produce mucho rencor”, definió.

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