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Caso Soriano: “Pretendían que mi hermano fuera un N.N. más”

Escrito por el febrero 2, 2017


Flavia es hermana de Álvaro Nicolás Soriano, un joven que fue baleado el 21 de diciembre pasado por un policía a plena luz del día en Jujuy y Carlos Calvo, un lugar de mucho paso en la CABA.. Luego de que lo mantuvieran como N.N. internado en el Hospital Ramos Mejía y que le mintieran a la familia diciéndole que estaba detenido (obviando la internación), Álvaro ya respira por sus propios medios, aunque su estado sigue siendo grave. Durante la charla, Flavia pudo además intercambiar unas palabras con Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga. (Por La Retaguardia)

“Nosotros nos enteramos una semana después (de lo que había ocurrido) porque él estaba como N.N. en el hospital, el pronóstico no era para nada favorable, pero de a poquito… hace unos días le sacaron el respirador  y si bien no conecta todo el tiempo, por momentos hace gestos como que nos reconoce, son pequeños pasitos que vamos mejorando”, contó Flavia Soriano en el inicio de la charla con el programa radial La Retaguardia, que conducen Fernando Tebele y Eugenia Otero..
Su hermano, Álvaro Nicolás, fue baleado en la cabeza por un policía a pesar de que testigos del hecho relataron que el joven se con las manos levantadas al momento de recibir el disparo. Hoy, Soriano se encuentra internado en grave estado en el Hospital Ramos Mejía en condición de detenido, mientras que el agente de la Federal, Sergio Damián Lucero, continúa en libertad.
El hecho ocurrió el 21 de diciembre pasado, alrededor de las 4 de la tarde. Un día después, un efectivo de la Policía local se presentó en la casa de Flavia: “el 22 (de diciembre) se acerca un patrullero a mi casa y me dice que mi hermano estaba detenido con lo cual a mi me enoja porque yo escuchaba recién a la chica (Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga, presente en ese momento en el estudio Víctor Basterra de La Retaguardia) y me pasó lo mismo, dije ‘pero, este pibe’. El policía me dice que era para verificar el domicilio, me piden todos mis datos y se retiran. Mi hermano por problemas de adicciones estaba bastante alejado de la familia, entonces le dije a mi marido que iba a esperar a que él me llamara para ver dónde está, qué necesita. Esas cosas que uno espera. Pasaron unos días y ya estaba medio preocupada respecto a dónde estaba, entonces vienen unos chicos a la noche y me dicen que en realidad él nunca llegó a ninguna comisaría y que estaba internado en el Hospital Ramos Mejía porque le habían disparado. Llegué al hospital y recién cuando lo vi me di cuenta de que el disparo había sido en la cabeza y la realidad es que no había esperanza de vida porque le atravesó de lado a lado, tiene complicado todo el cerebro, la lesión es muy grande, tuvo tres cirugías. Cuando llegué al hospital, al principio no lo reconocí por su estado, y después por un tatuaje y esas cosas lo reconocí y recién ahí y que llevé un documento que tenía de él pudimos ponerle nombre y apellido. Él había tenido custodia policial y esa noche recién había aparecido Gendarmería”.
Flavia considera que su hermano está en condición de detenido en el hospital porque si bien la custodia no está con él, sí se encuentra en la entrada de la terapia donde está internado.
Durante la charla se le consultó a Flavia si antes de que sucediera este hecho, conocía o sabía lo que implicaba la expresión “gatillo fácil”: “la verdad que uno escucha todo el tiempo, pero escucha sin prestar demasiada atención –afirmó–, pero cuando le pasa a uno es distinto. La realidad es esa, uno puede decir ‘mirá lo que pasó’, pero ahora te toca de cerca. Yo no puedo decir bien lo que pasó porque me enteré mucho después, sé que hay muchos testigos, les agradezco infinitamente a los chicos de Correpi que fueron los que me ubicaron y si no fuera por ellos él hubiese seguido como un N.N. no sé hasta cuándo. Me parece que si como dicen los testigos, él ya estaba con las manos levantadas en el medio de la calle, lo hubieran esposado y llevado detenido los años que consideren; no sé qué es lo que había hecho, me parece que para acercarse a una persona y pegarle un tiro en la cabeza es demasiado, ¿no?”
“A mí esto me agarró totalmente de sorpresa –continuó Flavia–, cuando me avisaron que tenía un disparo lo primero que pensé fue que se lo habían tirado en una pierna porque no lo pudieron agarrar, que tampoco está bien. La verdad es nuevo el tema, ahora como que me estoy interiorizando más, escucho más casos, tanta gente, tantas familias, tantas cosas que han pasado y que siguen pasando y la verdad que te aterroriza”.

“El miedo se va cuando empezamos a trabajar en conjunto”

Hacia el final de la entrevista, Flavia Soriano intercambió algunas palabras con Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga, que se encontraba participando del programa La Retaguardia en el marco de las actividades que Familiares y Amigos organizaron con motivo de cumplirse 8 años de la desaparición de Luciano.

-Vanesa Orieta: En primer lugar quiero decirte que me pone muy contenta que tu hermano poco a poco vaya saliendo adelante, entiendo igual que es bastante grave la lesión que tiene, y todos vamos a estar tirando las mejores energías para que se pueda poner bien. Me interesa dejarte una opinión que tengo de 8 años de estar transitando y dando la pelea con relación a lo que le pasa a nuestros pibes en los barrios. 70 mil de nuestros hermanos, sobre todo de los sectores más pobres, están detenidos en diferentes penales de nuestro país, ninguno de ellos pertenece a la clase alta, ninguno de ellos son funcionarios judiciales, ni políticos, son todos pobres, por lo tanto ahí hay algo que como conjunto, como pueblo, tenemos que analizar de por qué son siempre nuestros pibes los que terminan en el encierro y sufriendo todo lo que ya sabemos que ocurre en el encierro, que son las torturas, las violaciones. Otros datos que por ahí a mí me ayudaron mucho a entender la gravedad de lo que nos toca vivir como familiares, hay más de 200 desaparecidos y más de 5.000 casos de gatillo fácil. Evidentemente lo que le ocurrió a tu hermano como le ocurrió al mío no obedece a una cuestión aislada, esta es una problemática que nos está afectando a todos nosotros, y entiendo que vos también sos una piba de un barrio, que tu familia es trabajadora, y es ahí donde están atacando, Flavia, están atacando a nuestras familias, nuestros vecinos, nuestros hermanos, a los pibes más vulnerables. Me parece que en conjunto poco a poco tenemos que empezar a entender la problemática.

-Flavia Soriano: Sí, seguro, yo te escuchaba hablar a vos y pienso que en realidad con el manejo que hicieron con mi hermano también se pretendía que sea un N.N. más, que no aparezca más. Ellos al otro día sabían quién era, calculo que el juzgado, no sé quién, ya sabía que se trataba de él, y para el hospital él seguía como un N.N. Te agradezco mucho, también te mando un abrazo grande, me imagino lo que habrás pasado y lo que seguís pasando, nosotros es como que estamos empezando, muchas cosas nos asustan, estamos muy nerviosos y angustiados pero le vamos a dar para adelante.

-V.O.: Para lo que necesites, sabé que acá hay un grupo que está aunque sea para tomarse un mate y charlar un poco, hay un espacio en Lomas del Mirador que antes era una comisaría y hoy es un espacio cultural para jóvenes, así que ojalá que en algún momento nos podamos conocer, nos podamos ver las caras, tomar unos mates, y esa es la forma también, Flavia, el miedo se va cuando empezamos a trabajar en conjunto, cuando empezamos a hacer cosas más unidos, y ahí también el dolor lo vas sabiendo llevar. Ojalá que en algún momento nos podamos conocer.

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