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La Boca: negocios que arden

Escrito por el enero 11, 2016


El 2 de enero se produjo un nuevo incendio en 2 conventillos de La Boca, por el que más de 10 familias se quedaron en la calle. Un hecho que se repite cada vez más seguido sin que las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires hagan algo para modificar la situación. En el programa Otras Voces… Otras Propuestas, que se emite por Radio La Retaguardia, Luis Angió y Ernestina Arias dialogaron con Martina Noailles, vecina de la zona y editora del periódico Sur Capitalino. (Por La Retaguardia)

Foto: el incendio dejó a 10 familias en la calle (Foto: La Boca Resiste y Propone)

“Están dejando destruir al barrio. Esa es la política oficial, dejar que siga sucediendo; que el fuego, los desalojos, el mercado inmobiliario avancen sin ninguna política de Estado que los frene, sino más bien que los impulse. Los incendios suelen ser accidentales y tienen que ver con la malísima estructura de los conventillos, con la precariedad con la que están construidos, con la que continúan después de 100 años. Sin embargo, no se hace nada para frenar eso. Lo de los bomberos está más que claro, la salida (de agua) de los bomberos estaba tapada por los obreros que hacen los ‘arreglos’ y ‘mejoramientos’ en zonas particulares para el turismo del barrio, esto muestra que no importa nada, para ellos si no hay agua, bueno, se queman, y acá se quemó uno porque no había agua”, describió la periodista Martina Noailles, editora del periódico Sur Capitalino, la actual situación en el barrio porteño de La Boca.
El incendio del 2 de enero se produjo en la calle Brin al 1200 y alcanzó a dos conventillos. La salida del agua ubicada en Suárez y Brin se encontraba tapada por baldosas, lo que generó que los bomberos tardarán aún más en extinguir el fuego. Al respecto, Noailles manifestó: “estamos tratando de investigar qué pasó para dar información más concreta. El otro día sacamos fotos de los lugares donde están las bocas, había baldosas y debajo cemento. Sacamos fotos de los bomberos tratando de romper la calle para poder enganchar la manguera. Es un hecho concreto que están tapadas y que eso impide a los bomberos hacer su laburo como corresponde”.
“Esto sucede en un barrio donde tenés cinco conventillos por manzana –continuó la periodista– y el no llegar a hacer el trabajo como corresponde es un hecho que puede generar la muerte de cualquier persona. En este caso no tuvimos que lamentar ninguna muerte, pero podría haber pasado. El tema también es la dificultad que tienen los bomberos de decir esto en voz alta, por eso lo decimos los medios que estamos ahí en ese momento, o los vecinos y las organizaciones sociales. Ya son varios los incendios en los que les venimos pidiendo que lo digan, porque va a empezar a haber denuncias penales de los vecinos a los que se les quema el lugar; hay que denunciar al Estado porque la situación no estaba como corresponde”.
En este punto, Noailles aseguró que dejar que se quemen los conventillos es claramente una política: “no hay nada que prevenga esos incendios que aportan a estos negocios inmobiliarios que hace tanto el Estado porteño como los privados. En el caso del conventillo que se quemó en la madrugada del 2 de enero, el lunes 4 vino la Guardia de Auxilio y Emergencias, el martes 5 a la mañana volvieron a venir, y un arquitecto, parado desde afuera, dijo que el lugar estaba inhabilitado y que tenían que derrumbarlo totalmente. Pero uno de los conventillos tiene dueño concreto; el otro está en juicio usurpación, porque hace 40 años que los vecinos pagan los servicios porque no hay heredero. Sin embargo, viene el Gobierno de la Ciudad y dice que hay que tirarlo abajo como si estuvieran hablando de cualquier otra cosa. Por eso es importante que los vecinos puedan lograr que se hagan pericias de parte en esos expedientes y que estos lugares no se tiren abajo de un día para el otro. Esto está costando mucho, porque en general los jueces dan venia para que eso ocurra, con la gravedad que eso tiene. Entonces, esos terrenos suelen quedar vacíos y en el caso que nos pasó hace 2 años el Estado porteño diciendo que la herencia está vacante y se lo queda el Estado. Por suerte, ese día se pudo revertir; en este caso, no sé lo que va a pasar”.
Noailles remarcó que se debe tener en cuenta los lugares en que están ubicados los conventillos que se incendian: “en general tiene que ver con este corredor y estos espacios en los que se está queriendo convertir La Boca en la continuidad de Puerto Madero. Están los incendios de hace dos semanas y el incendio de hace cuatro. Los tres incendios fueron en cinco cuadras y alrededor de la Usina del Arte y el corredor de Pedro de Mendoza, todo vinculado con esta cuestión turística, donde está el negocio”.
Las más de 10 familias afectadas por el incendio del 2 de enero realizaron un acampe en la puerta del conventillo y luego, en algunos casos, fueron reubicadas: “sobre todo los que no tenían un lugar dónde ir, iban a hoteles que debería pagar, por lo que sabemos, la Ciudad de Buenos Aires. Pero por ahora solo les dieron un subsidio de 1800 pesos, que ni siquiera alcanza para los hoteles. Los hoteles que tienen acuerdo con la ciudad valen el doble, 100 pesos por día, donde no permiten niños, donde es muy difícil ingresar. La situación es compleja por la cuestión estructural de esa vivienda, porque no se sabe lo que va a pasar. Sí se pidió al juez que les permita hacer una pericia de parte para poder mostrar si la parte de abajo se puede apuntalar y poder ingresar, y si la parte de arriba está destruida. Pero también, como vecinos y como organizaciones sociales, se cree que el Estado, así como hace en una inundación o con cualquier desastre, podría ayudar con materiales y poder reconstruir las viviendas de esas familias que viven ahí hace 50 años. El Estado podría ayudar también con subsidios, hasta con créditos del IVC (Instituto de la Vivienda de la Ciudad), para que esos vecinos puedan volver a su casa, a la que fue siempre su casa”, señaló Noailles.

El estadio de fútbol en terreno público

Sin duda los negociados pensados por el gobierno porteño y empresas allegadas para el barrio de La Boca no son pocos. Uno de ellos es el proyecto de Casa Amarilla, donde el Club Boca Juniors quiere hacer su nuevo estadio en terrenos que son públicos: “eran del IVC que los transfirió a la Corporación del Sur y que ahora se los va a vender al club Boca Juniors en una licitación con sobres, que en realidad está todo armado para que quien se quede con los terrenos sea justamente Boca Juniors. El proyecto que presenta Boca es engañoso, porque dice que va a hacer cosas que sabemos todos los vecinos, todos los hinchas, todos los socios que no; que el proyecto que tiene Boca desde hace una década sobre ese terreno es hacer el estadio-shopping. Entonces es el único espacio verde que tiene, con el impacto ambiental que eso genera y el no importar lo que piensen los vecinos. El Estado vende a un privado, porque un club es un privado, 3 hectáreas muy importantes para el barrio, donde originalmente se deberían haber construido viviendas, y si no eran viviendas tiene que quedar como un espacio público”, detalló Noailles.
Los terrenos de Casa Amarilla se encuentran frente al Hospital Argerich, sobre la Avenida Almirante Brown, es decir un lugar estratégico con acceso a la salida de la sur de la provincia: “donde además Boca Juniors ya tiene apropiadas dos calles que vinculaban La Boca con Barracas y que ya no lo pueden hacer, donde tienen un estacionamiento privado. Y en eso jamás se avanzó, a pesar de los juicios que hay en contra desde la época de (Aníbal) Ibarra. La ciudad tampoco pudo recuperar esas calles ocupadas por un club. Así es como se maneja Boca y sus vinculaciones con el Estado porteño desde hace 10 años, es parte de lo mismo. Y de alguna manera u otra, esos terrenos van a correr con la misma suerte. En la Legislatura hay un proyecto de ley para rezonificar esos terrenos para poder hacer una cancha, porque así como está, no la podrían hacer. Entonces, en paralelo, Boca presenta este proyecto para comprar y, a su vez, en la Legislatura, su vicepresidente hasta diciembre pasado, el legislador del PRO Oscar Moscariello, presenta este proyecto de rezonificación. ¿A quién le pueden hacer creer que no van hacer ahí un estadio, si lo que plantea el proyecto de rezonificación es poder hacer un estadio? Ese proyecto, como toda rezonificación, es de doble lectura, pero no fue tratado. De todos modos, pusimos en alerta al resto de los legisladores, pero como sabemos el PRO tiene mayoría con sus aliados, así que cuando quiera lo va a poder aprobar”, especificó la editora del periódico Sur Capitalino.
La aprobación del proyecto requerirá además de la realización de una audiencia pública, donde los vecinos y organizaciones podrán visibilizar su oposición a esta iniciativa. Sin embargo, la ley podrá sancionarse igual: “también tendrá que hablar, opinar y quedar en evidencia la justicia –agregó al respecto Noailles– porque los vecinos también plantean hacer una acción judicial para frenar esta apertura de sobres el 19 de enero por inconstitucional. No pasó por la Legislatura y es una venta de terrenos públicos”.
Mientras Boca Juniors y empresas cercanas al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires continúan encontrando espacios e instancias para multiplicar sus negocios, en el barrio de La Boca decenas de familias siguen sufriendo las consecuencias de la falta de una vivienda digna y la no respuesta del Estado.
Hoy, los vecinos, organizaciones e hinchas de Boca, presentaron un recurso de amparo “para ponerle freno a este negocio del macrismo”, según cuentan en un comunicado. Mañana realizarán una conferencia de prensa y el martes 19/01, a las 11hs en Corporación Buenos Aires Sur (Av. Rabanal 3220), harán una movilización.

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