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Un fallo de la Corte reabrió la discusión acerca del museo en el Casino de Oficiales de la ESMA

Escrito por el mayo 28, 2018


Hace unas semanas, la Corte Suprema de Justicia le ordenó a la Sala II de Casación Penal que revisara su fallo contrario al pedido del sobreviviente Carlos Lordkipanidse, que pedía frenar la apertura del museo que hoy funciona en el Casino de Oficiales, el lugar emblemático de la tortura en nuestro Auschwitz. En esta nota, repasamos la polémica historia de la mano de dos de los sobrevivientes más emblemáticos, el propio Lordkipanidse y Víctor Basterra. Ambos pasaron por el programa radial Oral Y Público, que conduce Fernando Tebele. (Por La Retaguardia)
La Corte Suprema aceptó el recurso de queja interpuesto por Carlos Sueco Lordkipanidse y la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD) y devolvió el expediente a la Sala II de la Cámara de Casación Penal, que deberá releer la argumentación de los y las sobrevivientes de la ESMA que se oponen a que el museo que funciona actualmente haya modificado los espacios más emblemáticos de la tortura, el hacinamiento y el trabajo esclavo al que eran sometidas las personsas secuestradas durante la última dictadura.
Lordkipanidse está convencido de que la Sala II ni siquiera leyó el recurso: “Casación no solamente no leyó la protesta nuestra sino que dice que nos contestó y que no había nadie para recibir esa contestación. Es una falsedad absoluta, comprobable cotidianamente. Nosotros siempre hemos funcionado desde la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, en Corrientes y Callao, que como todos sabemos tienen una guardia permanente. Es imposible que haya llegado una cédula que no haya sido recibida en mano y firmado el recibo.  Es el organismo de derechos humanos más antiguo de la Argentina, hace 70 años que funciona y está siempre abierto. Yo creo que ni abrieron el sobre”, dijo el Sueco, y aprovechó para recordar el camino jurídico recorrido: “Cuando nosotros empezamos los largos caminos que hay que recorrer en los pasillos de Tribunales, en lo último que confiamos es en la justicia. La justicia es la que conseguimos, no es la que nos conceden. Después de 4 años, el único camino alternativo que quedaba era la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Ya habíamos llegado a la Corte Suprema de Justicia y en 4 años no nos habían dado respuestas. Sorpresa nos da la vida… Que hayan desencajonado esto, después de tanto tiempo, a alguna razón obedecerá. Bienvenida sea, es a la aspiración a la que llegábamos. En el fondo, de lo que se trataba era de la modificación del Casino de Oficiales. O sea, el corazón del Centro Clandestino de Detención. En la apelación no es que estoy solamente yo en representación de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, sino que hay una lista larga de querellantes; víctimas y familiares de víctimas de lo acontecido en la Escuela de Mecánica de la Armada”, aclaró Lordkipanidse.

Un poco de historia

En 2013, los y las sobrevivientes fueron invitadas a varias reuniones. Entre otros estaba allí el entonces Secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. En ellas les mostraron el nuevo museo que estaban proyectando para remplazar al que existía, que preservaba los lugares tal cual los había entregado la marina. En aquel momento, los ex Centros Clandestinos de Detención Tortura y Exterminio (ex CCDTyE) de la CABA estaban bajo la órbita del Instituto Espacio para la Memoria (IEM), un ente autárquico con presencia de organismos de derechos humanos y algunas personalidades incuestionables como Víctor Basterra, Adolfo Pérez Esquivel, Beinusz Smuckler, Stella Calloni, Ana María Careaga o Nora Cortiñas, en su directorio. El IEM funcionaba con presupuesto del gobierno de la CABA. A pesar de sus enormes iniciativas para conseguir Memoria, Verdad y Justicia, el kirchnerismo nunca pudo plantar los dos pies en su Consejo directivo. Sus sectores más soberbios y todopoderosos no pudieron soportarlo. Entonces se sentaron a negociar con el gobierno de Rodríguez Larreta y, ley mediante, disolvieron el IEM en un acuerdo en el que el gobierno de la CABA cedió el control del Olimpo, Virrey Ceballos, Automotores Orletti, el Club Atlético y los espacios de la ESMA loteada en 2004 que quedaron bajo la órbita del IEM. Con el traspaso, el gobierno anterior quedó al frente de la administración de los ex centros clandestinos de detención, tortura y exterminio porteños… hasta que perdió las elecciones y cambió el gobierno. Algo que podía suceder. A la distancia y con el diario del lunes, algunas personas seguimos diciendo lo mismo que antes de que saliera el diario: quitarle el control a los organismos para que se los quedara el Estado, cuyo gobierno podía cambiar próximamente, era un delirio.

La ESMA

En aquel acuerdo, queda dicho, se cedió también parte de la ESMA. Estos lugares son los más emblemáticos del funcionamiento de nuestro Auschwitz como engranaje demencial, perverso, asesino y desaparecedor del Terrorismo de Estado. Uno de ellos, el Casino de Oficiales, contiene en su edificio, entre otros recuerdos tristes: Capucha y Capuchita, ambos lugares de permanencia hacinada e irracional; la Calle de la Felicidad y La huevera, ambas en el sótano, en general el lugar de una bienvenida a pura tortura; o la maternidad clandestina, que no es más que una pequeña habitación donde los torturadores obligaban a parir a las mujeres para luego robarles los bebés y desaparecerlas.
En aquel proyecto presentado y que La Retaguardia publicó en enero de 2014, todos esos espacios aparecían alterados de alguna u otra manera por la avanzada museológica. De las modificaciones planteadas, buena parte permanecieron inalterables a pesar de las quejas de quienes pasaron por allí y hoy pueden brindar su testimonio en primera persona, aunque algunas cuestiones que se planteaban en el proyecto sí fueron modificadas para intentar calmar las quejas. No lo consiguieron.

“El proyecto que presentamos resignificará en una narración sostenida por un sistema de dispositivos museográficos esta maquinaria de la muerte (…) Comprendemos que vivenciar el horror, al menos parcialmente, que allí aconteció, es impactante, movilizador, doloroso. Por ello, el tenor de la intervención no será infinitamente denso. Dará al visitante la oportunidad de recomponerse, reflexionar y generar una representación propia de lo visto y experimentado”, decía el proyecto de lo que hoy es el museo.

Víctor Basterra estuvo secuestrado en la ESMA y fue sometido a trabajo esclavo entre 1979 y 1983. Al regreso de la democracia, mientras la mayor parte de la sociedad vivía una euforia liberadora, él seguía recibiendo visitas y controles de genocidas de la ESMA y servicios de inteligencia. Hoy, quien es el testigo esencial de la megacausa, continúa indignado con el museo al que alguna vez llamó la Disneylandia del horror; a diferencia del Sueco, sigue yendo allí cada vez que algún grupo le pide realizar la visita con su guía única, irremplazable y a la vez difícil de sobrellevar en su propio cuerpo. Después de haber leído el fallo de la Corte, volvió a dejar en claro su posición: “Apoyo totalmente esta moción. No sabía que había salido ya como una instancia judicial de oposición plena, pero yo lo apoyo totalmente. Cada vez que voy ahí, tiro para todas partes. Me parece lamentable todo lo que han hecho y lo manifiesto cada vez que voy”, dijo durante su participación en Oral Y Público, programa del que es parte. Lordkipanidse acuerda: “Víctor, espero que podamos retornar a la ESMA tal como la dejaron los marinos cuando se retiraron para volver a hacer aquellas visitas guiadas que solíamos realizar con las personas interesadas en conocer lo que allí había ocurrido. Con la verdad. Sin las luces de colores, sin los vidrios que ponen en los pasillos, sin las maderas en los pisos y demás cosas que modifican el lugar a un punto tal que lo ponen irreconocible. A pesar de los reiterados pedidos que me hicieron, no volví a la ESMA. Me negué incluso en los Tribunales. A esa ESMA yo no voy. Yo voy al lugar que supimos conseguir con nuestra lucha, Víctor. La peleamos tantos años para rajar a los marinos de ahí adentro y después hicieron como vos bien nombraste la disneylandia del horror”.

El fallo de la Corte y el gobierno que avanza sobre todo

Una gran incógnita surgió luego de haberse conocido el fallo de la Corte. ¿Hubo en el medio alguna mano negra del ejecutivo? ¿La Corte retomó este tema solo porque estaba revisando cajones y halló el expediente? Podría ser esta última una posibilidad. La justicia argentina es tan lenta que a veces retoma con sus fallos viejas heridas, que si bien nunca cerraron, permanecían sin sangrar. Podría tratarse solo del camino lento habitual de la justicia. Pero, ¿no podría ser también parte de una maniobra del gobierno nacional para avanzar sobre el actual museo? El Sueco responde: “Lo que tengo en cuenta por sobre todas las cosas es la intencionalidad que existió a partir de la modificación del conjunto de la ESMA, de las 17 hectáreas y en particular del Casino de Oficiales. En su momento, perseguía una resignificación a la ESMA. Darle un nuevo significado. Aparecía detrás de una consigna que era la de poner vida donde hubo tanta muerte y una serie de cuestiones que llevaron a murgas y asados en la ESMA que nada tenían que ver con uno de los mayores centros clandestinos de detención en la Argentina, nuestro Auschwitz por así decirlo. Entendíamos que merecía un respeto que no se le estaba dando desde el juzgado que tenía a su cargo la preservación del espacio como medida de prueba. Es el lugar donde se cometió el delito. Todavía hay juicios abiertos que se siguen desarrollando respecto de la ESMA. Es ilógico que se permita una modificación del espacio. En la escena del crimen nadie permite que se modifique hasta que termine el juicio. Este no fue el caso”, aseveró el sobreviviente.

Caputo, presente, ahora y siempre

Lordkipanidse aprovechó para cargar contra la anterior gestión por la construcción del Museo de Malvinas dentro del predio donde funcionó la ESMA como centro de exterminio. “Lo que nos llamó la atención fue que no solamente era respecto al Casino de Oficiales. Se habían derribado cuatro edificios para que se construya el Museo de las Malvinas. Además de una repartija de los edificios entre distintas instituciones, algo extraño existía. Hay cuestiones poco claras respecto a la adjudicación a las modificaciones. Una modificación requiere dinero. El Museo de Malvinas tuvo un costo de, en ese momento, 70 millones de pesos. Eso se hizo a través de un decreto y con fondos reservados de Presidencia (en años de Cristina Fernández de Kirchner). Lo más raro de todo esto es que el beneficiario de esta modificación fue (Nicolás) Caputo, el socio de Macri. En forma directa le llegaron los 70 millones de pesos para derrumbar edificios históricos de la ESMA y ahí se construyó el Museo de las Malvinas. Lo mismo ocurrió con el Casino de Oficiales. De la noche a la mañana apareció una suma de dinero importantísima con procedencia también de fondos reservados de Presidencia de la Nación con un decreto secreto que no se puede dar a conocer. Nosotros pudimos hacernos de esa documentación. Así nos enteramos de que el que está detrás de la operación ‘inmobiliaria’ es Caputo, el socio de Macri. Sabemos que el Casino de Oficiales como el Museo de las Malvinas obedecían a un proyecto. El primer proyecto, el de Malvinas, ese sí estuvo totalmente a cargo de Caputo. Le dieron la plata en la mano, sin licitación ni nada”. Lorkipanidse sostiene que en las modificaciones del Casino de Oficiales también tuvo que ver Caputo, aunque en ese caso no tiene el decreto secreto; en el momento de la inauguración, La Nación aseguró que Nicky participó de la remodelación a través de la empresa SES S.A:. “Entendemos que con la segunda parte ocurrió lo mismo porque obedece a una misma infraestructura, una misma categoría de construcción. Los papeles, si es que los hay, yo no los tengo. Para eso recurrimos a la justicia, que es la que tiene que investigar”, el vínculo directo entre el gobierno de Cristina y el amigote de Macri.
Lordkipanidse cierra enviando un mensaje al gobierno nacional: “Si este gobierno pretende con esto ganar puntos, que se olviden. Si hemos sabido poner la resistencia que hemos puesto cuando todavía estaba en manos de los marinos, de la Marina asesina, torturadora, secuestradora de bebés, estos tipos no le llegan ni a la altura de los talones. Que se olviden si le quieren sacar rédito político de esto. No va a ser así. Esto es patrimonio de nuestra historia. No es patrimonio de los sobrevivientes ni de las víctimas particulares, es patrimonio de la historia argentina. También se van a encontrar con lo que supimos conseguir después de 40 años de resistencia”.

La Retaguardia ofreció espacio de opinión a la directora del Museo Espacio ESMA, Alejandra Naftal, que no fue respondido por la funcionaria.
La causa regresó a la Sala II de Casación, que puede volver a rechazar el recurso presentado por Lordkipanidse y la AEDD (en aquella ocasión el fallo fue dividido), o bien podría modificarlo. La causa es la misma, pero habrá que ver si el cambio de gobierno influye para que un mismo tribunal modifique su fallo.
Mientras tanto, el museo continúa abierto y realizando variadas y sostenidas actividades. Seguramente, la mayor parte de la gente que pasa por las visitas se entera de cómo funcionaba la ESMA, pero no sabe que un grupo grande de quienes allí sobrevivieron, y a través de quienes sabemos lo que sabemos de la ESMA y las nuevas guías cuentan, se oponen a que funcione tal cual está hoy. Allí se cuenta la heroica historia del Informe Basterra, se puede ver parte del testimonio de Lordkipanidse en el Juicio a las Juntas, pero no se comenta que ellos y muchos otros se oponen a esa instalación. No siempre los museos son el lugar preciso donde conocer toda la verdad.

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